Top 10 de Luxemburgo, la ciudad de la gran duquesa Stéphanie

A solo dos horas en coche desde Bruselas, la capital de uno de los países más pequeños de Europa, tras Liechtenstein y Ciudad del Vaticano, es todo un secreto. Desde el Museo de Arte Moderno que va a dirigir próximamente la Heredera de la Casa Real al casco viejo, declarado Patrimonio de la Humanidad, además de sus puentes o tiendas, te desvelamos en pequeñas píldoras lo imprescindible para una primera visita.

by hola.com

1. EL MUDAM
Será próximamente cuando Stéphanie de Luxemburgo, esposa del príncipe heredero Guillermo, se haga cargo de la dirección de este importante centro de arte que refleja las tendencias artísticas actuales y reúne obras contemporáneas de autores tan relevantes como Marina Abramamovc, Miguel Branco o Rosson Crow. El edificio fue diseñado por el ganador del Premio Pritzker, el arquitecto IM Peí, quien creó un anexo a las ruinas de la fortaleza de Trois Glands.

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2. EL PALACIO DUCAL
El que es otro de los edificios vinculados estrechamente a la belga Stéphanie de Luxemburgo, es otra de las enseñas de la ciudad, con su fachada decorada con torrecillas apuntadas cubiertas de pizarra, ventanas con parteluz y bajorrelieves de motivos geométricos. Fue levantado en el siglo XVI como sede del Ayuntamiento y ahora es la residencia oficial del Gran Duque, donde reciben a los mandatarios extranjeros y cuyas salas acogen importantes recepciones.

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3. LA CATEDRAL DE NOTRE-DAME
Construida en 1613 como templo jesuita, este templo es un claro ejemplo de arquitectura gótica con elementos inspirados en el Renacimiento. La visita a su interior incluye la cripta y la capilla funeraria de la familia del Gran Ducado.

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4. EL CASCO ANTIGUO
La capital de Luxemburgo es una ciudad pequeña y como tal ideal para pasear y callejear, a pesar de los grandes desniveles entre La La Ville Haute (ciudad alta) y La Ville Basse (ciudad baja), que hay que salvar con rampas y escaleras. Conserva un casco histórico y un recinto amurallado muy cuidado y único en Europa que le han hecho merecedor de estar en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

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5. DE PUENTE A PUENTE
Por su orografía, en la confluencia de los ríos Alzette y Petrusse, se hizo necesaria la construcción de una serie de puentes y viaductos para unir los diferentes barrios de la ciudad, hoy son toda una seña de identidad. El puente Adolphe o Puente Nuevo, de principios del siglo XX, que contó con el arco de piedra más grande del mundo, el viaducto o Puente Viejo y otra serie de pequeños puentes sirven también de perfectos miradores de la ciudad.

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6. LAS CASAMATAS DEL PÉTRUSSE
Metros y metros de pasadizos subterráneos permiten conocer estas construcciones defensivas que fueron excavadas en el siglo XVII durante la ocupación española. Además de las del Pétrusse, las de Bock, junto a la calle Sigefroi, donde fue construida la fortaleza original, es una visita recomendable para conocer un capítulo importante de la historia de la ciudad.

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7. LA CORNICHE
Este largo paseo que bordea la Ciudad Alta y enlaza el Plateau du Saint Esprit con la Rock de Bock, pasa por ser el balcón más bello de Europa. Un recorrido al que asoman señoriales mansiones mientras se van descubriendo panorámicas de postal al barrio de Grund y al valle del Alzette.

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8. EL BARRIO EUROPEO
A un paso de este museo se encuentra este barrio que acoge las sedes de algunas instituciones de la Unión Europea, como el Tribunal de Justicia, el Tribunal de Cuentas Europeo o el Banco Europeo de Inversiones. Una colección de edificios de vanguardia que contrastan con la Vieja Ciudad.

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9. BARRIO DEL GRUND
Es el más bohemio de la ciudad y el que concentra la marcha nocturna, por eso aquí se concentran bares y terrazas que le otorgan ese ambiente animado. Además de disfrutar de él no hay que dejar de ver sus dos arquitectónicas: la abadía de Neumünster y el Museo Nacional de Historia Natural.

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10. PARA LAS COMPRAS
Subidas y bajadas todas las cuestas y escaleras, vistos sus edificios, sus museos y pateados sus barrios, lo que toca es deambular tranquilamente por sus calles peatonales entre edificios de color pastel para rematar con unas compras. La Gran Rue es la calle comercial por excelencia y en su camino hasta la Place d’Armes podrás encontrar las mejores tiendas y boutiques de Luxemburgo.

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