Cinco lugares ‘de moda’ en Toledo para antes (o después) del ‘sí quiero’ de Alba Carrillo y Feliciano López

Desde una visita al Alcázar, lugar de la ceremonia, a contemplar las vistas de la ciudad desde un cigarral, una comida en uno de los restaurantes más laureados o cócteles para acabar la jornada.

by Estela Salinas

UNA VISITA AL ALCÁZAR
En la lista de imprescindibles de Toledo figura esa mole defensiva que ocupa la colina más alta de la ciudad y cuyo patio central, rodeado de galerías y presidido por la estatua del emperador Carlos V, que lo mandó levantar, ha sido el marco perfecto para el ‘sí quiero’ Alba Carrillo y Feliciano López. Además de contemplar sus fachadas y la huella de los más grandes arquitectos que trabajaron en él -Alonso de Covarrubias, Francisco de Villalpando, Juan de Herrera y Ventura Rodríguez-, hay que recorrer la exposición de armas, uniformes y documentos que acoge el Museo del Ejército, instalado en su interior, uso que comparte como sede de la Biblioteca de Castilla-La Mancha.

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LAS VISTAS DESDE UN CIGARRAL
Para contemplar las mejores vistas de la ciudad, es obligado llegar hasta alguno de los cigarrales que miran hacia Toledo. Si el más antiguo de los históricos, el del Ángel Custodio (cigarraldelangelcustodio.com) está reservado para bodas, el lugar elegido por Alba Carrillo y Feliciano López para la celebración de la suya, buena opción es el cigarral de Caravantes (cigarraldecaravantes.com), muy concurrido en las noches de verano porque es aquí donde los toledanos toman su primera copa.

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SEGUIR LA PISTA AL GRECO
Después de vivir en Toledo, el singular pintor griego ya no quiso vivir en ninguna otra ciudad, fue esta que más le sedujo y su huella sigue en muchos de sus rincones. La ruta que sigue sus pasos arranca en el Museo del Greco, en plena judería; pasa por la iglesia de Santo Tomé, donde se encuentra su gran obra maestra: El entierro del señor de Orgaz; y después por Santo Domingo el Antiguo, que conserva tres de sus obras. Las siguientes paradas obligan a detenerse en la Catedral, para contemplar en su sacristía El Expolio; la capilla de San José –próxima a la plaza de Zocodover- y el Hospital de Tavera, que alberga en su museo algunos de sus lienzos.

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UNA COMIDA CON PEPE RODRÍGUEZ
En Toledo saben (y mucho) de gastronomía. Y aunque a muchos le tentará acercarse a Illescas, que queda a 35 kilómetros de la capital toledana, para comer en El Bohío (elbohio.net), el restaurante del televisivo Pepe Rodríguez, las creaciones del jurado de Master Chef también se pueden degustar en El Carmen de Montesión (elcarmendemontesion.com) de la mano del chef manchego Iván Cerdeño, socios en el negocio. Una estrella Michelin avala su cocina, en la exclusiva urbanización Montesión, toda una referencia gastronómica en la ciudad. También lo es el emblemático Adolfo (grupoadolfo.com), en el casco histórico, propiedad de Adolfo Muñoz, el cual regenta en Madrid el restaurante Palacio de Cibeles, dirigido por su hijo Javier Muñoz, amigo de Feliciano, y el lugar elegido por el tenista para pedir matrimonio a Alba el pasado año.

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CÓCTELES CON VISTAS
Toledo hay que contemplarla desde la distancia de día, y también de noche. Para ello nada como acabar la jornada en un ático con vistas. En el de Maruxiña (maruxinalounge.com) se disfruta, además, saboreando uno de los deliciosos cócteles de su carta. También para respirar aire fresco a la luz de la luna con vistas a la vega del río Tajo, otro buen lugar es la terraza del Miradero, un lugar de moda junto al nuevo palacio de Congresos animado con música en directo. Para los que quieren más marcha en verano, las terrazas que se instalan en el recinto ferial de La Peraleda abren hasta la madrugada.

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