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Elige tu tarta favorita y te diremos qué molde necesitas
Ten en cuenta que cada tarta necesita su molde y, por eso, hemos seleccionado cuáles debes tener siempre a mano para que te salga, de verdad, la tarta perfecta
Una buena receta de repostería siempre ha de ir acompañada de un molde de calidad y algo de experiencia con tu horno. Tres factores indispensables si quieres triunfar con tus postres. Esta vez, vamos hablar del segundo: los moldes de repostería. Son un factor importante en el resultado final y nuestro consejo es que, primero, sepas cuál es el bizcocho o tarta que quieres preparar, la forma y el volumen que quieres darle. Una vez lo tengas claro, piensa en el número de comensales y, por supuesto, el material que mejor te viene. Porque opciones hay miles.
Como consejo, te recomendamos que, al menos, cuentes siempre con uno en formato pequeño o individual, otro conforma rectangular y un tercero redondo de acero inoxidable desmontable, porque te va a facilitar mucho el trabajo. Además, ten en cuenta que la silicona es práctica y compañera de tu día a día, que no está de más invertir en alguno de calidad y menos en esos en los que tienen figuras más concretas que no tienen porque servirte siempre. Ahora, te adelantamos que te vas a enamorarte de todos.
Para una tarta de zanahoria
Quizás es uno de los postres estrella que, cuando ves en las estanterías de una pastelería, no puedes resistirte a probar. Los hay que lo piden sin nueces y sin pasas, otros que prefieren que no lleve frosting de queso de por medio y, otros muchos, que o viene con todo o no vale. Da igual cuál de ellos seas tú, seguro que no puedes resistirte a una porción de carrot cake. Por eso, este molde es perfecto, porque su forma inferior te deja unos centímetros para cubrirla luego con una capa de queso por encima, ¡o no!
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Para una tarta desnuda de tres pisos
Las naked cake se han convertido en toda una sensación en las redes sociales, como Instagram o Pinterest. Son tartas que, por lo general, cuentan con mucha altura e, incluso, varios pisos diferentes en los que apenas existe cobertura de crema o chocolate, dejándose el interior (suele ser un bizcocho) a la vista. La decoración pasa por flores naturales o fruta fresca en su parte superior. Si te atreves con ellas, este es tu molde. No solo porque aúna tres pisos en uno, sino porque, al ser de silicona, es muy fácil de usar.
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Para un bizcocho tradicional
Si eres novata en esto de la repostería, ¿por qué no empiezas con ese sencillo bizcocho de limón que tu madre hacía en apenas cuarenta minutos casi a diario? Suelen ser muy fáciles de preparar, utilizando la medida de un yogur y si aciertas con la altura del horno, la temperatura y controlas el tiempo de cocción, no hay fallo. Este molde será el tuyo: desmontable, de acero inoxidable y en forma redonda con una medida estándar.
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Para un ‘banana bread’
Literalmente significa pan de plátano, pero en realidad es un bizcocho especialmente jugoso que suele hacerse con una mezcla de chocolate y plátanos demasiado maduros para comerse como pieza de fruta. Además, suele dársele un toque de canela que lo hace especialmente delicioso. Tu molde, en este caso, ha de ser de acero inoxidable y alargado, para darle la forma que necesitas.
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Para una tarta de manzana
Una tarta de manzana suele ser uno de los postres que menos altura necesita. Consta de una base de hojaldre y una fina (finísima) capa de láminas de manzana por encima, cubriéndose, si se quiere, con un poco de almíbar. Además, es una tarta que puede servirse fría, caliente o templada, por lo que desmoldarla relativamente deprisa suele ser un must. Por eso, este molde de silicona con poca altura y utensilios para servirla directamente es perfecto.
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Para una tarta de almendras
La tarta de almendras, como la que nosotros solemos llamar tarta de Santiago, suele ser otra de las que no cogen mucha altura, pues no llevan apenas levadura. Por eso, no es mala idea utilizar un molde más pequeño de lo normal, para buscar esa altura y darle una forma diferente, como esta margarita que nos hace pensar ya en primavera.
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Para una tarta tres leches
Este molde es perfecto para todas aquellas tartas que van empapadas, es decir, las que tienen una base de bizcocho y se rocían con un sirope, leche o crema, buscando que esa base quede bien blanda. Por eso, este molde es perfecto, por esa bandeja inferior que hará que el líquido no se nos derrame, como una tarta de tres leches que necesita de horas y horas para hundirse en, como bien indica su nombre, leche.
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Para un ‘bundt cake’ de chocolate
Un bundt cake es un bizcocho, o cualquier otro tipo de tarta, que ha sido horneado y tiene forma de anillo o, al menos, es redondo y con hueco en el centro. Suelen quedar con una miga más apretada por dentro que los bizcochos tradiciones, con un exterior aún más duro y crujiente y, los puristas, aseguran que tienen que ir glaseados. Pero en cuanto a sabores e ingredientes, no hay reglas, por lo que nosotros elegimos el de chocolate y este molde para que tú pruebes con ellos. Altura media, acero inoxidable y la figura más clásica de este tipo de dulce.
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Para mini tartas con textura de ‘mousse’
Hay muchas tartas que tienen base de galletas y un relleno que queda expuesto y con una textura de mousse bastante más frágil que las demás. Por eso, no está de más saber que podrás controlarlo mucho mejor en pequeñas porciones y con unos moldes en los que no ejerzas apenas presión para liberarlos y emplatarlos, gracias a su abrefácil. Y la verdad es que estos son preciosos.
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Para un tronco navideño
Sabemos que no es fecha de ponerse a trabajar en un tronco de Navidad, pero nunca está de más adelantarse y contar con uno de estos moldes para conseguir con facilidad uno de los postres más tradicionales de estas fiestas. Y no solo en nuestro país. Puedes conseguirlo enrollando planchas de bizcochos, pero la dificultad aumenta. Con lo que la inversión, más en uno como éste de acero inoxidable y una decoración preciosa, está más que justificada.
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Para un ‘brownie’ en porciones
Los brownies son esos postres en los que todos pensamos cuando queremos invitar a nuestros amigos o familia a casa y buscamos algo que pueda gustar a todo el mundo. Porque, ¿quién dice que no a una comida cuando lleva implícita la palabra chocolate? Suele acompañarse de una bola de vainilla y en las cartas de los restaurantes es uno de los clásicos. Haz pequeñas porciones, para evitar que se reseque al cortarlo con un molde como estos que, además, hace que desmoldarlo sea muy sencillo.
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