Alberto y Charlene de Mónaco cumplen con una tradición milenaria con una inesperada ausencia

La pareja acudió este sábado a las celebraciones de la patrona del Principado, Santa Devota, en la que se quema una barca, entre otros rituales milenarios

Por hola.com

Veinticuatro horas después de soplar las 41 velas de su tarta, Charlene de Mónaco volvió a rodearse de su familia para cumplir, esta vez, con una tradición milenaria del Principado del que forma parte desde hace ya casi 9 años. Una bonita forma de poner el broche de oro a un fin de semana marcado por las celebraciones familiares por su cumpleaños y a la que ha querido sumarse su marido, Alberto de Mónaco, y uno de los dos hijos que tiene con el hijo de Rainiero. Esta vez, y a diferencia de años anteriores, una gran ausencia ha marcado la festividad de Santa Devota, patrona de Mónaco.

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Si en 2018 los auténticos protagonistas de este evento fueron los pequeños Jacques y Gabriella, quienes con su ternura y sus gestos cómplices acapararon todos los flashes y todas las miradas, en esta ocasión la pequeña de la casa no acudió a los actos que presidieron sus padres en Port Hercule, delante del valle de Gaumattes. Allí se quema una barca en conmemoración de una leyenda del siglo XI que cuenta que un fuerte viento evitó que una embarcación con las reliquias robadas de Santa Devota huyera. En memoria del capitán que fue capturado por afanar las joyas, cada año se prende fuego a un barco de pesca.

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Aunque no ha trascendido el motivo de la ausencia de la pequeña Gabriella en el acto de este sábado, todo apunta a que podría deberse a que se encuentra enferma, pues no es habitual que los hijos de Alberto y Charlene de Mónaco falten a esta cita con la tradición monegasca. De hecho, en los últimos años se han convertido en los protagonistas de este evento en honor a la Santa. La presencia de Jacques en solitario hizo que su madre estuviera pendiente en todo momento del pequeño, quien se mostró por cierto muy atento a todo lo que ocurría a su alrededor, sin soltar la mano de su padre durante prácticamente toda la ceremonia.

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Este lunes tendrá lugar la tradicional misa en Montecarlo oficiada por el obispo de Mónaco y la posterior procesión de Santa Devota que también presidirá parte de la familia Grimaldi. Estos actos con motivo de la festividad de la patrona son una de las ocasiones perfectas para ver cómo crecen los pequeños de la casa y, además, disfrutar con algunos de los gestos o travesuras con los que suelen deleitarnos año tras año. Así ocurrió, por ejemplo, en 2017, cuando Jacques y Gabriella hicieron las delicias de los monegascos asomándose entre los barrotes del balcón de Palacio con miradas curiosas y sonrisas traviesas. Cabe recordar que Charlene de Mónaco está muy vinculada con Santa Devota. El día de su boda, ofreció su ramo de novia tras la ceremonia que le unió en matrimonio con el príncipe Alberto, en julio de 2011.