La agenda de Carlos III es frenética. Tras dirigirse por primera vez a los parlamentarios británicos como Rey, ha puesto rumbo a Edimburgo para continuar con el protocolo establecido con motivo del fallecimiento de su madre. A las 12:30 horas (13:30 horas en España), el monarca ha aterrizado en la capital escocesa junto a su esposa Camilla. Al bajarse del avión, han sido recibidos por Nicola Sturgeon, la ministra principal de Escocia, que vestía de riguroso luto. La dirigente política, de 52 años, indicó que la muerte de Isabel II representa "un momento extremadamente triste para el Reino Unido, la Commonwealth y el mundo". Además, señaló que la vida de la soberana fue "de una dedicación y servicio extraordinarios". "En nombre de la gente de Escocia, transmito mis más profundas condolencias al Rey y a la Familia Real", añadió. Ahora ha podido dar el pésame en persona a Carlos III y Camilla, la nueva reina consorte de Reino Unido.
- Minuto a minuto: Los reyes Carlos y Camilla ya están en Edimburgo
La primera parada del matrimonio ha sido el Palacio de Holyroodhouse. Carlos y Camilla han llegado en coche a este edificio, situado en uno de los extremos de la conocida Royal Mile, enfrente, del controvertido edificio del Parlamento de Escocia, de Enric Miralles. Durante el recorrido, se han escuchado vítores, aplausos y gritos de 'God Save The King'.
Una vez allí, el matrimonio se ha acercado a los ciudadanos y les dio las gracias por su cariño. También ha recorrido los alrededores del Palacio, contemplando las flores y cartas que habían dejado en señal de duelo por la muerte de Isabel II.
En su primera visita a Edimburgo como Rey, Carlos III ha pasado revista a la Guardia de Honor y ha participado en la tradicional Cermonia de las Llaves, cuando se le entregan las llaves de la ciudad, que él devuelve a las autoridades electas para su cuidado.
Estos actos se han celebrado con el féretro de Isabel II todavía en el interior del Palacio de Holyroodhouse, donde permanecía desde el domingo por la tarde. Sin embargo, pronto han emprendido un nuevo viaje. A las 15:30 horas los restos mortales de la Reina han sido trasladados hasta la cercana catedral de St Giles, flanqueados por miembros del Real Regimiento de Escocia y un destacamento de la Guardia Real del Rey en Escocia, la Compañía Real de Arqueros. Carlos III ha presidido del cortejo fúnebre. Al llegar al templo se ha celebrado un servicio religioso en honor a Isabel II.
Tras la ceremonia, el Rey ha regresado al Palacio de Holyroodhouse para recibir en audiencia a la ministra principal escocesa, la nacionalista Nicola Sturgeon. Posteriormente, ha acudido al Parlamento autónomico para escuchar el mensaje de condolencia de los diputados. A las puertas del edificio, al que ha acudido con el traje típico escocés, tanto el monarca como la reina Camilla han saludado a los cientos de vecinos que esperaban para transmitir sus condolencias or la pérdida de Isabel II, una Reina histórica.
"Sé que el Parlamento escocés y el pueblo de Escocia comparten conmigo un profundo sentimiento de dolor por la muerte de mi amada madre. A lo largo de todos los años de su reinado, la Reina, como tantas generaciones de nuestra familia antes que ella, encontró en las colinas de esta tierra y en los corazones de su gente, un refugio y un hogar", ha indicado el nuevo monarca. Además, ha explicado que sus títulos escoceses, incluido el de duque de Rothesay, ahora han pasado a su primer hijo, el príncipe Guillermo.
Su estancia en el Parlamento se ha alargado más de lo previsto, lo que ha provocado que la vigilia de los Príncipes, celebrada en la catedral de St.Giles con la presencia de Carlos III y sus tres hermanos, haya empezado casi media hora más tarde. Precisamente en este templo permanecerá el féretro de la Reina 24 horas antes de viajar a Londres. Todos los ciudadanos se están volcando en mostrar sus respetos a la soberana, que ha llevado la Corona durante siete décadas.
