La reina Isabel II ha abierto las puertas del Palacio de Buckingham, este miércoles, 19 de diciembre, para dar la bienvenida a todos los miembros de su familia en su tradicional almuerzo previo a la Navidad. Cada año, durante la semana anterior al 25 de diciembre, la monarca inglesa organiza esta comida para reunir, no sólo a su hijo y nietos, sino también a los miembros extendidos de su familia, en una oportunidad perfecta para que se pongan al día de las todas las noticias familiares antes de que se retire a Sandringham.
Una cita a la que este año también se unirán los Duques de Cambridge y los de Sussex, a los que también hemos podido ver en el interior de su coche llegando hasta la residencia de la Reina, que normalmente pasa las semanas posteriores a la Navidad en Norfolk y no regresa a Londres hasta después del aniversario de la muerte de su padre, en febrero.
El príncipe Guillermo y su mujer Catherine hacían acto de presencia en su coche particular, un Range Rover oscuro conducido por el duque de Cambridge. En la parte trasera, podíamos ver a los pequeños príncipes George y Charlotte. La niñera de los niños, Maria Turrion Borrallo, también fue fotografiada en el asiento trasero del coche al lado de los niños. La Duquesa de Cambridge asistía guapísima con un vestido rosa y su cabellera suelta y ondulada. Con una enorme sonrisa, saludó amistosamente a la prensa y los curiosos que se encontraban fuera del palacio.
El príncipe Harry y Meghan también llegaron juntos en su coche particular. La duquesa de Sussex, embarazada en su segundo trimestre, optaba por un diseño negro de cuello alto que combinó con unos preciosos pendientes joya y su pelo suelto. Precisamente, la llegada del primer hijo del matrimonio será uno de los temas que saldrán a lo largo de la cena de Navidad.
El hijo de la Reina, Carlos de Inglaterra, llegaba solo al palacio, sin la duquesa de Cornualles, en la parte trasera de un vehículo que era conducido por un chófer. Este ha sido un año trascendental para el futuro heredero al trono británico, pues ha visto casarse a su hijo menor, Harry, ha dado la bienvenida a su tercer nieto, Louis, y ha celebrado su 70 aniversario. Su padre, el duque de Edimburgo, de 97 años, también llegó en la parte trasera de un vehículo.
Además de ellos, Mike y Zara Tindall, que llegaron sin sus hijos, Mia, de cuatro años, y Lena, de seis meses; la princesa Beatriz; los primos de la reina, el duque de Kent y el príncipe Michael; así como a la mujer del hijo menor de la reina Isabel II y el Príncipe Felipe, la Condesa de Wessex, que llegó acompañada de su hija Lady Louise Windsor, de 15 años.
