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Desde que Meghan Markle y el príncipe Harry anunciaran su próxima paternidad -prevista para la primavera de 2019, tal y como anunciaba oficialmente el Palacio de Kensington el pasado 15 de octubre-, no han cesado los comentarios acerca de si el bebé que esperan será niño o niña o de si nacerá en marzo, abril o mayo. Todas las miradas están puestas sobre los Duques de Sussex, que precisamente estos días se encuentran en plena gira por Australia, Nueva Zelanda, Fiji y Tonga en un tour que abarca nada más y nada menos que 76 actos públicos en 16 días. Cada una de sus apariciones en estos países es una ocasión propicia para analizar cada gesto y cada detalle en busca de alguna pista que resuelva el misterio que gira en torno al futuro miembro de la familia Windsor.
Así, una de las joyas que ha lucido Meghan Markle a lo largo de su periplo por tierras de Oceanía ha sido determinante para que tanto los medios británicos como los seguidores de la Duquesa de Sussex aclaren sus dudas. Se trata de tres anillos juntos que lució durante un evento de los Juegos Invictus en Sidney y que están considerados como la pista definitiva que desvela el mes exacto en el que nacerá el hijo del príncipe Harry y de Meghan.
Las piezas pertenecen a la firma canadiense Ecksand y cuentan con un diseño muy sencillo en oro que aparentemente no ofrecen mucha más información. Sin embargo, tal y como recoge la prensa británica, el verdadero secreto se encuentra en las piedras que lleva cada uno de ellos: una esmeralda, un zafiro y un diamante -este último en la sortija del centro- una creencia que en Canadá, lugar en el que residió Meghan durante años, es muy común. Las redes sociales rápidamente han encontrado una explicación para estas piezas. Mientras que la esmeralda es la piedra preciosa correspondiente al mes de agosto (el mismo en el que nació Meghan Markle), el zafiro azul se relaciona con el mes de septiembre (en el que llegó al mundo el príncipe Harry).
¿Y qué pasa con la tercera de las piedras? Para los más observadores se trata de un diamante y representa el mes de abril, lo que dejaría una clara evidencia del momento en el que está previsto que nazca el primer hijo de los Duques de Sussex. Ya lo dijo el Palacio de Kensington: Meghan Markle dará a luz en primavera de 2019, aunque no especificó el mes. Ahora, con esta pista tan clara para algunos, esa incógnita quedaría completamente despejada.
Los mensajes de la duquesa de Sussex con su estilismo y, sobre todo, con sus joyas, no cesan ahí. Esta misma semana, decidía rescatar del joyero el brazalete que le regaló su suegro, Carlos de Inglaterra, para un almuerzo oficial en Tonga en el que lució un 'look' nupcial. Además, decidió combinar la pulsera con otra pieza con la que quiso homenajear a la madre de su marido. Así, y tal y como hizo el día de su boda, llevó en su mano el famoso anillo de aguamarina que adquirió la fallecida princesa Diana tras su divorcio del príncipe de Gales.
El homenaje oculto de Meghan Markle a los padres del príncipe Harry
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