Don Felipe, doña Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía han protagonizado este miércoles su primera visita en conjunto desde que llegaron a Mallorca el pasado sábado para pasar sus tradicionales vacaciones oficiales. El recorrido se ha producido por la Sierra de la Tramontana, una zona montañosa que está considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2011 y que se extiende por el norte de la isla a lo largo de 90 kilómetros.

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Es la primera ocasión en que los Reyes, junto a sus hijas, visitan el municipio de Escorca, por lo que han despertado un gran interés de los mallorquines y de los turistas que se encontraban en la zona. La visita mantiene las connotaciones culturales que vienen caracterizando los últimos compromisos oficiales de la Familia Real y, en esta ocasión, han querido presenciar algunos de los lugares más emblemáticos de Mallorca

A su llegada, los Reyes, la princesa Leonor y la infanta Sofía han sido recibidos por las autoridades locales. La presidenta del Govern, Francina Armengol; la presidenta del Consell, Catalina Cladera; el presidente del Parlament, Vicenç Tomàs; la delegada del Gobierno, Aina Calvo; y el alcalde de Escorca Antoni Solivellas. Juntos han posado, frente a una pequeña multitud de curiosos que no han querido perder la oportunidad de saludar a los Reyes, en la primera imagen oficial que nos deja la Familia Real desde su llegada a Mallorca

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La primera parada de la jornada tenía lugar en el Centro de Interpretación del Paraje Natural de la Sierra de Tramontana en el que los Reyes han querido reconocer el valor del entorno natural y el paisaje salvaje que caracteriza la zona. Algo que en los últimos meses tienen muy presente y buscan promover la importancia de la conservación de los bosques y la naturaleza.

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En el interior de Ca s'Amitger, una antigua casa rural que alberga en su interior una exposición sobre la riqueza de la vegetación y la fauna que se encuentra en la Sierra de Tramontana, así como las tradiciones y la cultura local de los pueblos de alrededor.

La Familia Real ha seguido atentamente las indicaciones de las encargadas del Centro de Interpretación y han observado las imágenes exhibidas, especialmente la princesa Leonor, quien atendía a las preguntas que realizaba su padre con interés

La primera visita ha durado unos minutos, cuya brevedad se debe a que tenían otra cita importante que atender. Por primera vez, de nuevo, los Reyes visitaban el santuario, donde se encuentra la Basílica de Nuestra Señora de Lluc, patrona de Mallorca, y que se ubica a escasos 150 metros de Ca s'Amitger.

Doña Letizia ha querido evocar la cultura mallorquina con su indumentaria empleada en esta visita. Un vestido midi cruzado de cuello pico y mangas francesas en una tonalidad azul cielo de la firma Adolfo Domínguez, uno de sus diseñadores favoritos. Lo ha combinado con un calzado de lo más práctico, ya que es poco habitual ver a la Reina con zapatos planos. En un homenaje a las Baleares, doña Letizia ha escogido unas espardeñas blancas con diseño trenzado de esparto de la firma Espardenyes Torres.

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Antes de su entrada al monasterio de Lluc, el más importante de la isla de Mallorca, la Familia Real ha vuelto a posar y a charlar con las autoridades que les acompañaban. El templo data del siglo XIII y ha sido el destino de peregrinación desde 1285.

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En el interior de la basílica los Reyes y sus hijas han disfrutado de un cántico del coro de Blauets de Lluc, una de las escolanías más antiguas de Europa. Los 35 niños interrumpieron sus vacaciones de verano tras ser informados de la visita que realizaría la Familia Real

El coro ha interpretado una salve desde el presbiterio de la Basílica con una mascarilla en su rostro durante toda la actuación. El prior del santuario aprovechó la visita de los Reyes para mostrarles la imagen de la Virgen de Lluc. A la salida del monasterio don Felipe, doña Letizia y sus hijas firmaron el libro de oro del templo y recibieron como presente otro ejemplar en la plaza del obispo Campins

Para finalizar su primera jornada de visita oficial en conjunto, se dirigieron a la plaza del Llenoder Centenario para ascender por la ruta del Monte del Rosario que contiene monumentos de piedra y obras arquitectónicas de artistas mallorquines. En su recorrido, vimos a los Reyes charlando animadamente con las autoridades que les acompañaron.

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Desde el punto más alto de este camino, pudieron observar la vista panorámica desde la Sierra de la Tramontana y del Valle de Lluc, donde también han podido presenciar un bonito atardecer. El rey Felipe se mostró muy interesado en todas las fincas que se veían desde el mirador y también en los cultivos, además, le vimos dando algunas explicaciones a sus hijas.

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La caminata por la ruta del Monte del Rosario nos dejó imágenes muy bonitas de los Reyes con sus hijas, pero también alguna anécdota. Además de los comentarios de don Felipe recordando los años que estuvo de campamento en Escorca cuando era niño, también vimos a doña Letizia abanicándose, intentando sobrellevar el calor. La Reina llevaba un diseño conmemorativo del décimo aniversario de la declaración de la Sierra de Tramontana como Patrimonio Mundial por la UNESCO, una distinción que recibió en el año 2011.

Finalmente, posaron para la 'foto de familia' rodeados de naturaleza en este enclave emblemático. La Sierra de Tramontana es una alineación montañosa de unos 90 kilómetros de longitud que se extiende en el norte de Mallorca. De su relieve, cabe destacar más de una docena de cumbres de alturas superiores a mil metros y constituye uno de los espacios más significativos de la isla.