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La infanta Cristina ha viajado hasta Perú por motivos solidarios donde ha conocido a un grupo de mujeres de la comunidad Umuto (Cuzco) que se han beneficiado de un proyecto que quiere impulsar el trabajo artesanal y su posterior venta de los artículos por internet. La hermana del rey Felipe ha visitado a este colectivo y se ha mostrado contenta y feliz durante el encuentro.
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Vestida de manera sport con zapatillas, vaqueros y jersey, la Infanta ha lucido para su viaje solidario un tradicional poncho de ochos y cuello vuelto en color topo, la prenda tradicional peruana, y ha posado con la mejor de sus sonrisas.
La Fundación La Caixa, en la que trabaja desde hace más de dos décadas, es una de las entidades, junto con Codespa, la ONG de Cooperación para el Desarrollo, que están trabajando con la población indígena para fomentar el emprendimiento y el empleo en la región. Entre otras cosas, parte de las prendas que estas mujeres elaboren pronto podrán adquirirse a través del comercio electrónico.
Doña Cristina permanece con su trabajo en La Caixa a pesar del radical giro que ha dado su vida durante este año 2022 después de que el 19 de enero se publicaran unas imágenes de su marido, Iñaki Urdangarin, de la mano con la vitoriana Ainhoa Armentia, una compañera del despacho de abogados en el que trabajaba. Unos días después, la pareja emitió un comunicado oficial en el que informaba que habían decidido “interrumpir su relación matrimonial”.
Esta misma semana era su hijo Pablo Urdangarin, de 21 años, el que elogió a sus padres por todo lo que “he aprendido de ellos”. “Mi padre, por ejemplo, también ha sido deportista y ha tenido que estudiar a la vez que jugaba al balonmano”, manifestó. “Siempre he tenido a mis padres diciéndome que es muy importante, porque nunca sabes cuándo puede pasar algo o se te puede acabar la carrera deportiva.
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