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Omán acaba de vivir un hecho de gran importancia nacional. Por primera vez en la historia este pequeño sultanato situado en la costa oriental de la península arábiga cuenta con un príncipe heredero. Algo que en otras monarquías parece una designación casi automática y que está contemplada en la Constitución, pero que aquí no se había hecho nunca. El primero en la línea de sucesión al trono es Dhi Yazan Haizam, hijo mayor del actual sultán, Haizman bin Tariq al Said, de 65 años, que sustituyó al frente de la Corona a Qabús bin Said, que murió hace un año a la edad de 79 años. Al no tener descendencia (ni hijos ni hermanos) el difunto Qabús dejó en su testamento escrito quién sería la persona que le sustituiría que no fue otro que el exministro de Patrimonio y Cultura Nacional, el sultán Haizman, de 65 años. Ahora se ha aprovechado el primer aniversario en el trono del nuevo sultán para designar heredero, echando así por tierra el sistema que imperó durante décadas y estipulando la línea sucesoria basada en la primogenitura y en los lazos de sangre.
Ha sido a través de la creación de una nueva Ley Fundamental, que regulariza la sucesión a que estipula que el sistema de gobernanza “es hereditario”, y que el poder “pasa del sultán a su hijo primogénito, después a su hijo primogénito y así sucesivamente”. “En caso de que el primogénito muera antes de asumir el poder, el poder debe pasar a su hijo mayor, incluso si el fallecido tiene hermanos”, agrega la nueva norma. Asimismo, destaca que en caso de que la primera persona en la línea de sucesión no tenga descendientes, el designado sería su hermano mayor y, en caso de no tenerlos debido a que hayan muerto, al hijo mayor de su hermano mayor. En caso de que no tenga descendientes ni hermanos, el cetro pasará a su tío de más edad.
Omán se ha esmerado en no dejar ningún cabo suelto en la designación de heredero así que en caso de que el futuro sultán tuviese menos de 21 años en el momento de la sucesión, las competencias sería ejercidas por un Consejo de Guardianes nombrado por el sultán antes de su muerte. Si no hubiera hecho esta designación sería la Familia Real la encargada de crearlo, con uno de los hermanos del sultán y dos de sus sobrinos como integrantes. La Ley Fundamental contempla además que Omán es un “país árabe totalmente soberano, independiente con Mascate como capital y refleja que “la religión islámica y la legislación islámica son la base de las leyes del país” así como que el árabe es el idioma oficial del estado, según la agencia estatal omaní de noticias.
La nueva norma norma no menciona directamente el nombre de Dhi Yazan bin Haizam, actual ministro de Cultura, Deportes y Juventud, pero al ser el hijo mayor del actual sultán queda automáticamente designado como heredero. El sultán Haizman bin Tariq al Said, asumió el cargo en enero de 2020, tras la muerte de su primo, considerado el gobernante más longevo de la región del Golfo Pérsico y uno de los mediadores por excelencia de las últimas décadas en política internacional.
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