El riesgo de atragantamiento en niños aumenta por el pequeño diámetro que tienen sus vías respiratorias. En los adultos, los casos se reducen al ser más grandes. A partir de los tres años de edad, nos dicen los expertos, ya están preparados para comer esos alimentos que se definen como potencialmente peligrosos y que hemos debido evitar durante el inicio de la alimentación complementaria, ya sea escogiendo el modelo de alimentación con triturados o el conocidoBaby Led Weaning (BLW). Sin embargo, en este último caso es más fácil que ocurra, por la técnica que utilizamos.
El riesgo principal es aquí el atragantamiento. Para poder evitarlo, lo mejor es presentar estos alimentos potencialmente peligrosos en diferentes texturas y con el tamaño o corte adecuado -triturados, rallados, cocidos o en crema-. Pero también hay que tener cuidado con estas texturas, pues algunas no se recomiendan ingerir en solitario.
¿Está tu bebé preparado para la alimentación complementaria?