Nombres de bebés
¿De origen español? La historia y el significado del nombre que James Middleton ha elegido para su hijo
El hermano de la princesa de Gales se convertía en padre a los 36 años a principios de octubre
James Middleton, hermano de la princesa de Gales, Kate Middleton, se convirtía, a los 36 años, en padre de su primer hijo hace casi un mes junto a su mujer, Alizze Thevenet, de 33, pero ha sido ahora cuando ha compartido la buena noticia públicamente y cuando ha dado a conocer el nombre del vástago: Inigo. ¿Cuál es su significado? Es la variante inglesa de un nombre muy popular en España, Íñigo, un nombre cargado de historia que podría tener origen español.
Un poco de historia
Es común encontrar referencias a que el nombre de Íñigo deriva del latín, en concreto, del vocablo Enneco, pero este es, en realidad, una forma latinizada de otro nombre del que ya se tenía constancia en la península Ibérica mucho antes de la llegada de los romanos: Enneges o Ennegensis. En la Edad Media, era ya muy popular en todos los reinos de Hispania; fue durante la Reconquista cuando volvió a ponerse de moda y cobró especial fuerza poco después del comienzo del primer milenio gracias a San Íñigo, abad de Oña, en Burgos, que falleció en 1068. En aquella época, el nombre había evolucionado de la forma latina, Enneco, a Yéñego y, de ahí, a Íñigo.
Hay quienes le atribuyen origen vasco, en cuyo caso haría referencia a su mitología. Quienes apuestan por esta teoría consideran que deriva del término ‘Inote’, que hace alusión a ‘Inu’, que se traduce como ‘dios’ y que evolucionaría en ‘Inko’.
¿Qué significa el nombre de Íñigo?
El significado de Íñigo, si atendemos a su origen ibérico, es ‘aquel que procede de lo alto de la montaña’ o ‘ladera’. Si consideramos un posible origen vasco, se trataría de una derivación de ‘Inko’, que quiere decir ‘hijo de Dios’.
Curiosidades del nombre de Íñigo
El santo de Íñigo es el 1 de junio, en conmemoración de San Íñigo, que falleció ese día en el año, como decíamos anteriormente, 1068. Este santo, nacido en Calatayud (Zaragoza), se retiró desde muy joven al monasterio de San Juan de la Peña (Huesca) y, tras ser ordenado sacerdote, se consagró a vivir en las montañas, alejado de todo tipo de comodidad terrenal. Cuando sus milagros empezaron a ser conocidos por diversos lugares, el mismísimo rey Sancho III El Mayor de Navarra, mandó ir a buscarlo para convertirlo en el abad del monasterio de Oña.
Es habitual que se considere una variante del nombre de Ignacio, si bien se trata de una confusión que tiene su origen en San Ignacio de Loyola, cuyo nombre de nacimiento era Íñigo. De hecho, el santo solía escribir su propio nombre como Ynigo o Inigo, según indican Charles E. O’Neil y Joaquín María Domínguez en el Diccionario histórico de la Compañía de Jesús’ (Institutum Historicum de Roma y Universidad Pontificia de Comillas).
En España, hay 21.728 hombres que se llaman Íñigo y tienen una edad media de 33,9 años, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
