Cuando parece que no quedan formas en las que Kim Kardashian pueda sorprender, la empresaria consigue impresionar todavía más a sus legiones de fans. Después de estos últimos dos años en los que se ha mantenido lejos de París, ciudad donde sufrió un atraco, no solo ha vuelto a la capital francesa sino que su retorno ha sido por todo lo alto. El miércoles paseaba por las calles parisinas con un estilismo enteramente de leopardo, de la cabeza a los pies, que incluía abrigo, guantes, mono y botas a juego de Azzedine Alaïa, prendas que rescató de los archivos de la firma. Si con el total look resultaba imposible que pasara inadvertida, para el día siguiente siguió en su línea de apostar por el animal print pero llevando el estampado al extremo más sexy.
Puede que la creadora de KKW Beauty no hiciera acto de presencia en los desfiles de la Semana de la Moda, pero en su viaje a París no faltó un hueco en su agenda para cenar con su amigo Olivier Rousteing, con quien guarda una gran relación, ya que es considerada una de las responsables del éxito del director creativo en Balmain al haber elegido looks del diseñador en varias ocasiones. Para la cita nocturna lució su segundo modelo felino, todavía más espectacular que el del día anterior al unir el llamativo print con la tendencia preferida de Alaïa, el encaje. Para Azzedine Alaïa, la moda no consistía en otra cosa que esculpir la figura femenina mediante sus diseños enfatizando las formas, de ahí que su concepción artística resulte tan atractiva para Kim, que es conocida por escoger diseños que potencian su silueta.
El estilismo, que se asemejaba a un mono transparente, hacía parecer que las motas felinas estaban tatuadas sobre su piel, aunque se trataba de una combinación de dos piezas formada por un body de leopardo de la colección Otoño/invierno 1991-1992 combinado con unas mallas a juego con las manchas de leopardo a contraste. Estilismo que la protagonista de Keeping Up with the Kardashians remató con unos zapatos de plexiglás de Yeezy, la firma de ropa de su marido Kanye West. Un look con un peso especial para la marca ya que fue con el que Naomi Campbell desfiló hace más de 25 años.
El estilismo ha vuelto a causar controversia en el perfil de Instagram de Kim. Por un lado, sus hermanas alababan el atrevimiento de la magnate del maquillaje conocida por sorprender en la alfombra roja con transparencias y escotes imposibles. "¿Cómo puedes ser tan fashion? ¿Perfecta? ¿Preciosa?" o "¡Oh Dios mío, Kimberly!", comentaban sus hermanas pequeñas Khloé y Kylie. Los fans de la emprendedora se unían a los piropos comentando la buena forma física de la actriz y, por supuesto, la creación del diseñador. Sin embargo hubo seguidores que no compartieron la apreciación por el diseño del tunecino. "Parece un disfraz", "¿Vas al carnaval de Brasil?", "Se está preparando para Halloween" o "Catwoman", fueron algunos de los comentarios que dejaron quienes no llegaron a entender el look moteado.
El romance de Kim Kardashian con Azzedine Alaïa, firma que lleva luciendo dos días seguidos, viene justo después de la etapa en la que la empresaria solo aparecía vestida por los modelos del archivo de Thierry Mugler de hace más de treinta años. Tratándose de la estrella de televisión, que no ha dudado en lucir vestidos de tendencia al poco de aparecer sobre la pasarela, este regreso a los diseños vintage de algunos diseñadores exclusivos no se debe a un ramalazo de melancolía, sino a que entre los antiguos modelos de alta costura ha encontrado un filón que se adapta a sus gustos actuales. No todos, por supuesto, por el momento se encuentra centrada en "rescatar" aquellos del periodo de los 90, estética que la moda ha recuperado y que, por tanto, pasan a la perfección por diseños de 2019.
