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La visita en Alemania continúa para los reyes de Holanda. Si el lunes inauguraban la visita de tres días por Alemania en Bradeburgo -ocasión en la que Máxima se sumaba a la tendencia royal de la temporada-, este martes otra cita gastronómica con trasfondo oficial les ha llevado a la ciudad costera de Rostock. Tras participar en una charla sobre los cambios que deben afrontar las zonas rurales, por la noche, una cena les haría coincidir con algunos de los escritores más reconocidos de ambos países. Para el evento, y siempre fiel a su estilo alegre, divertido y muy atrevido, Máxima llevó un diseño de tendencia primaveral multicolor de una firma con un significado muy particular. Y es que no solo es un diseñador que conecta su armario directamente con el de Michelle Obama, una de las grandes aficionadas de sus creaciones, sino que se trata de un vestido que ya le hemos visto en otras ocasiones. Eso sí, perfectamente adaptado a cada momento del año.
El modelo Isa de Saloni Lodha está hecho en seda y es de manga larga ligeramente abullonada. Tiene el cuello alto y la falda cae en capas hasta la rodilla, lo que hace que sea un diseño con mucho dinamismo y que no necesite más detalles para llamar la atención que sus lunares de diferentes colores. Con una personalidad ligeramente bohemia, los volantes y el estampado recuerdan a la estética gipsy, la reina de Holanda es capaz de sacarle el máximo partido convirtiéndolo en un look que funciona a la perfección en una cita más formal como puede ser una cena, algo que hizo en su día con un mono de print pañuelo. Para ello añadió accesorios en negro, como el bolso de mano o los zapatos, y un recogido con la raya en el lateral que sumaba puntos de elegancia.
Al ser de la temporada pasada, y teniendo en cuenta que Máxima lo ha lucido en varias ocasiones, era difícil que siguiera disponible en la tienda. También en las webs multimarca el vestido de volantes se encuentra totalmente agotado. Sin embargo, el diseñador ha querido sacar más opciones para la Primavera/verano 2019 actualizándolo según las tendencias, de manera que lo ofrece con fondo negro y topos dorados, fondo blanco con círculos rosas -la versión más flamenca- y hasta una opción festiva con lentejuelas para quienes busquen un diseño más formal (entre 710 y 755 euros).
Máxima parece tener una debilidad especial por este vestido, ya que lo ha lucido con estilo, en diferentes momentos del año, resistiendo el paso de cada temporada. En otoño, concretamente a mediados de octubre, fue cuando estrenó el diseño de Saloni Lodha, prenda que sería la encargada de acompañarle en la ceremonia de inauguración de The One Young World 2018 Summit. Para la ocasión, unas medias semitupidas y unos stilettos negros remataron el conjunto. También a mediados de enero, lo llevó en clave invernal en un almuerzo organizado en el Palacio Real de Amsterdam. ¿El toque distintivo en aquella ocasión? Una capa que hacía las veces de complemento que de prenda de abrigo.
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