Consejos para encontrar a tu hámster (si se pierde por la casa)

Los hámsters son animales a los que les apasiona explorar, pero a veces se escapan y encontrarlos puede ser un quebradero de cabeza

Por David Navarro

A cada especie animal le corresponde un instinto, y los roedores son exploradores natos, lo llevan en la sangre, necesitan desarrollar su ingenio viajero trepando, encontrando túneles, escapando de peligros y haciendo acopio de comida allá donde lleguen. Por ese motivo una de las piezas importantes de las jaulas de hámster son las ruedas para correr, que ayudan a que hagan ejercicio y a que se “desestresen” creyendo que correr les llevará a alguna parte. Sin embargo, utilicen mucho o poco la rueda y tengan una jaula grande o pequeña, lo cierto es que los hámsters necesitan salir de vez en cuando y ver el mundo que les rodea con sus propios ojos, aventurarse a caminar y vivir experiencias nuevas. Pero salir es una oportunidad ineludible para fugarse y acabar perdido por la casa.

¿Y cuando limpias su jaula?

Hay momentos obligatorios para sacar a un hámster de su jaula, uno de ellos es el tiempo que tardamos en limpiarla, cambiar el serrín, higienizar su zona de defecaciones, limpiar su casita, bebedero y rueda. No se tarda mucho, pero es indispensable buscar un lugar seguro para que él nos espere. Puedes aprovechar esas escapadas obligatorias para que sea tiempo de libertad fuera de la jaula. Habilita un espacio suficientemente grande y diferenciado, no sirve que tengas otra jaula o “caja” donde retenerlo. Idealmente, deberías contar con la ayuda de otra persona, mientras tú limpias la jaula, tu ayudante vigila al hámster, le puede posar sobre el sofá (por ejemplo) y cuando vea que el hámster está a punto de meterse en un lío o desaparecer tras el mueble, cogerlo y volverlo a posicionar en una zona segura.

Puertas y ventanas cerradas

Siempre que el hámster vaya a estar “libre” en una habitación deberemos dejarla acondicionada con anterioridad, eso implica vigilar que las puertas estén cerradas, también las ventanas. Por supuesto, que no haya otra mascota libre pululando por ahí. Trata de que sea una estancia sin grandes muebles que obstaculicen la visión, por ejemplo, que puedan servir para que el hámster se atrinchere detrás. Es muy importante que los cables de la habitación estén protegidos y no accesibles desde el suelo. En un espacio así, si el hámster logra despistarte y desaparecer, podrás tener siempre la seguridad de que no ha salido de la habitación, que otra mascota le haya devorado o que no esté atrapado contra su voluntad detrás de un gran mueble.

La advertencia que te hacemos sobre los cables es muy importante, aunque a simple vista pueda parecer mera rutina de seguridad. Los roedores tienen auténtica pasión por morder, y un cable puede parecer un entretenimiento de lo más jugoso para ellos, mordiéndolos pueden acabar siendo un peligro para todos y para él mismo, provocando su electrocución instantánea o una avería a largo plazo. Por ese motivo, aunque lo ideal sería que toda tu casa no disponga de cables sueltos accesibles desde el suelo, por lo menos deberías controlar que la habitación “de seguridad” donde soltarás al hámster no tiene este peligro.

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Qué hacer si el hámster escapa

Lo primero que debes hacer es mantener la calma, la pérdida de un pequeño hámster puede significar una situación de estrés muy acuciante si no logras contener tus nervios. Piensa que lo más probable es que lo encuentres tarde o temprano, y que él esté bien. Cuanto más calma tengas, mejor obrarás para conseguir encontrarlo. Si la estancia en la que se perdió estaba sellada: todas sus puertas y ventanas cerradas, haz que se mantenga así y vigila bien que quien entre o salga lo haga rápidamente y vigile sus pies.

Lamentablemente, el mayor peligro que tiene un hámster suelto en casa es que tú o los miembros de tu familia lo aplastéis sin daros cuenta. El cuerpo del hámster es muy vulnerable, y los seres humanos somos inmensamente grandes y fuertes comparados con él, por lo que un pisotón sin mirar, o sentarte en el sofá sin revisar antes que no esté ahí pueden ser los desenlaces fatales más probables. Por ello, si tú y tu entorno tenéis cuidado, ya estáis atajando una enorme cantidad de peligros mortales.

El secreto para emprender cualquier búsqueda es mantener un orden escrupuloso. Peina de arriba a abajo la habitación donde se perdió el hámster, es decir, donde le viste por última vez. Cuando esté completamente revisada, déjala cerrada y pasa a revisar la siguiente, así con todas las estancias, una por una debes cerrarlas para que el animal no vaya transitando de una a otra tras de ti.

Prueba colocando su comida por la casa

Lo primero que echará en falta el hámster una vez que se pierda (o escape) será comer y beber. Debemos utilizar esa necesidad para conseguir encontrarlo. Coloca en el centro de cada habitación ya revisada un buen trozo de papel de aluminio, y en el centro su comida favorita, y formando un círculo a la comida pinta el papel de aluminio con harina. La idea es que el hámster querrá comer, se acercará a su comida, pero en ese transcurso pisoteará el papel de aluminio y tú podrás escuchar ese sonido, pero aunque no lo escuches, el hámster dejará rastro con sus patitas al impregnárselas de harina y pisotear por el papel y el suelo. Entonces sabrás en qué habitación está el hámster, y podrás desechar la idea de buscar en otras.

Los roedores son animales nocturnos, por mera supervivencia están programados para salir a buscar comida de noche, para protegerse bajo la oscuridad de la caza de los depredadores. Por este motivo ten en cuenta que cualquier trampa o estrategia que pongas en marcha para dar con él funcionará mejor, o tendrá más probabilidades de hacerlo, si la pones en práctica por la noche. No vale con bajar las persianas, el hámster tiene un reloj biológico que tiende a avisarle de qué hora es, no sólo se guía por el nivel de oscuridad.

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