El mártir
Las personas que se han cubierto con esta máscara tienen una herida en el alma por haber crecido en un ambiente muy autoritario, o en el que los padres se han avergonzado de ellos. La creencia base es “yo no merezco”. Aunque los padres hayan estado ahí, sienten que no son merecedores del bien, la abundancia… porque no les han tratado con amor. Les han pegado, les han castigado mucho… “El mártir es un personaje complejo, integra rasgos de los dos personajes anteriores porque siente miedo y también siente que no vale”, aclara De la Flor.
Una característica muy definitoria de estas personalidades es que, a diferencia de la víctima, no se quejan; realmente sienten que no son merecedores de lo bueno de la vida y tienen que compensar aquello que han hecho mal. Las personas que siguen este patrón normalmente hacen más de lo que les corresponde; es frecuente que se abuse de su bondad. Para romper este círculo hay que comprender el propio merecimiento y la abundancia de la vida, que no se está aquí para sufrir sino para, en la medida de lo posible, ser felices y disfrutar.
Lee también: ¿Quieres saber cómo ser feliz? Ahí va el secreto