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Partimos de un hecho más que contrastado: en la menopausia se produce una disminución de la producción hormonal por parte del ovario, en concreto hay un descenso en los niveles de estradiol (estrógeno) y testosterona (andrógeno). Y esta disminución hormonal puede causar una serie de síntomas físicos y psicológicos que pueden afectar a la mujer en distintos aspectos de su vida, incluidas sus relaciones de pareja. Así nos lo explica el Dr. Pascual García Alfaro, Jefe de la Unidad de Menopausia de Dexeus Mujer.
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Distanciarse de la pareja
Y es que hay mujeres que declaran sentirse incluso más distantes de sus parejas. “Durante la menopausia pueden aparecer una serie de síntomas psicológicos como la disminución de la sensación de bienestar, cambios de humor, estado de ánimo depresivo, mala calidad del sueño, disminución de la energía y cambios en la función sexual. Además, algunas mujeres viven esta etapa como el final de la juventud y una pérdida de su feminidad. Las mujeres notan que están teniendo cambios y en muchas ocasiones, sus parejas no las entienden. Todo ello, nos podría explicar la percepción que tienen algunas mujeres de sentirse distantes de su pareja”, nos dice el doctor.
“Muchas veces la etapa de la menopausia no se trata de semanas, sino de meses o años. También va a depender de la intensidad de los síntomas de la mujer, que pueden ser variables, no todas las mujeres tienen los mismos síntomas, ni con la misma intensidad”, añade por su parte Sandra García Lumbreras, Responsable Unidad de Psicología de Dexeus Mujer, que nos cuenta que algunas mujeres pueden sentir poca comprensión y cuidado por parte de sus parejas. “Que la pareja le quita importancia a lo que les pasa, o incluso consideren que 'exageran'. Esto no ayudará a sobrellevarlo mejor, sino que evita que ellas expliquen/compartan cómo se sienten, distanciándose emocional y físicamente de la pareja, o incluso del entorno. Hasta hace bien poco era una etapa en que la mujer podría sentirse incluso 'avergonzada', se asociaba a falta de fertilidad, vejez, falta de proyectos...”, detalla.
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¿De verdad toda la culpa es de las hormonas?
'Son las hormonas' es la frase a la que siempre se suele recurrir... ¿siempre tienen la culpa realmente? “La disminución hormonal es responsable de muchos de los cambios que acontecen en la mujer, pero la percepción de la menopausia no es igual en todas las mujeres. Esta percepción dependerá de la personalidad de la mujer, de factores socio-culturales, incluso de factores socio-económicos”, cuenta el doctor.
Desde el punto de vista de la psicología, Sandra García nos explica que las hormonas son una parte importante en toda la sintomatología física y en algunas mujeres también emocional por la caída brusca de los estrógenos, y la readaptación de la mujer a vivir sin estas hormonas. Pero hay un matiz y es que puede/suele coincidir con una etapa de la vida llena de cambios, en diferentes ámbitos de la vida. Y pone ejemplos concretos: “Por ejemplo, hijos mayores que empiezan a ser independientes y necesitan menos a la madre, malestar/dolor físico que puede implicar limitaciones, cambios a nivel de peso que afecten a la autoestima, insomnio... que generará malestar emocional y cansancio”.
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Síntomas físicos y psíquicos
En todo ello, claro está, pueden afectar tanto los síntomas físicos como psicológicos que afronta la mujer en esta etapa. “Están muy relacionados. Si la mujer duerme peor, nota irritabilidad, falta de deseo, aumenta de peso a pesar de cuidarse, etc, puede generar sintomatología ansiosa, y depresiva, en mayor o menor medida. Si a esto unimos la falta de aceptación de la etapa por la que está pasando y, por lo tanto, la dificultad en pedir ayuda profesional, puede alargarse/empeorar esta sintomatología”, nos cuenta la psicóloga.
“Como hemos comentado anteriormente, los síntomas psicológicos pueden afectar las relaciones de pareja, pero habría que tener en cuenta que algunos síntomas físicos, sobre todo los relacionados con el área genital pueden ocasionar un gran trastorno en las relaciones con la pareja. La disminución de estrógenos a nivel vulvovaginal produce un adelgazamiento de la mucosa vaginal, una disminución de los pliegues vaginales, pérdida de elasticidad en la vulva y en la vagina, así como una disminución de la lubricación ocasionando dolor con las relaciones sexuales, incluso pueden aparecer fisura y pequeños sangrados postcoitales producido por el roce y la fricción de las propias relaciones sexuales. Desde el punto de vista clínico, la dispareunia (término médico que define el dolor con las relaciones sexuales) es un potente inhibidor de la libido”, nos detalla el doctor.
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Un descenso de la libido
Tal y como nos explica el especialista, con el descenso de los niveles de testosterona se producen una serie de cambios de la función sexual como menor deseo sexual, menor receptividad, menor excitación y disminución del orgasmo. “Si a todo esto le añadimos a la dispareunia, vemos que en la mujer se produce un deterioro en su sexualidad y como consecuencia afectar sus relaciones sexuales y de pareja”, nos explica.
La psicóloga nos cuenta que la falta de deseo es uno de los síntomas de esta etapa, y muchas veces cargan a la mujer de 'culpa' por sentirse así. “Por ello es fundamental que las mujeres tengan la información sobre esta etapa, para entenderlo sin juzgarse ni presionarse. Y si consideran que puede ser útil, ponerse en manos de profesionales para, si no evitar este síntoma totalmente, ayudar a disminuirlo. Trabajar la parte de sexualidad con la pareja a nivel de cambios de rutinas, incorporación de material erótico, potencias las fantasías puede ayudar en este sentido”, sugiere la experta.
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Recomendaciones útiles
¿Qué recomendarían los expertos a una mujer que está teniendo dificultades en su relación de pareja en un momento como la menopausia para tratar de evitarlas?
En primer lugar, el doctor Pascual García Alfaro sugiere que en aquellas mujeres que presenten síntomas físicos que les dificulten sus relaciones, sería conveniente realizar una valoración ginecológica para plantear alguno de los tratamientos que pueden ser de utilidad, bien con lubricantes o hidratantes y aplicación de estrógenos locales en forma de gel, óvulos o comprimidos. “En la actualidad también disponemos de tratamientos como el láser vaginal y la infiltración con ácido hialurónico o plasma rico en plaquetas que pueden ser de gran ayuda para muchas mujeres. Cuando el problema sea debido a los síntomas psicológicos, el apoyo emocional por parte de su pareja o de un psicólogo es fundamental y en algunos casos la administración de tratamientos hormonales de la menopausia podría ayudarles en este periodo de su vida”, nos dice.
La psicóloga considera fundamental la comunicación con su pareja, e incluso con su entorno más cercano. “Si explican qué piensan, cómo se sienten, qué necesitan de la pareja en esa etapa, tratando de adaptarse el uno al otro, será más fácil pasar por ella”, concluye.
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