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Todos envejecemos. Es un proceso inevitable, de eso no existe la más mínima duda. Pero lo que sí que podemos conseguir es un envejecimiento más saludable, así como retrasar dicho proceso. Lo tiene claro el doctor Luis López Tallaj, especialista en Medicina Antienvejecimiento y Longevidad y Catedrático del Master en Medicina Antienvejecimiento en la Universidad de Sevilla, quien es contundente al respecto. “Claro que se puede retrasar. Los últimos estudios demuestran que nuestra herencia genética sólo determina el 30% de nuestro futuro en el momento del nacimiento. El 70% restante viene determinado por el estilo de vida y los hábitos más o menos saludables”, nos dice.
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El auge de la medicina 'antiaging'
Le preguntamos al doctor por qué piensa que, cada vez más, se está hablando de medicina antiaging, si estamos, como todo parece indicar, en una tendencia que ha llegado para quedarse.
“El antiaging es, definitivamente, una tendencia absoluta y global, aunque la búsqueda de la fuente de la eterna juventud es un tema recurrente en los jerarcas de las más distintas civilizaciones, que se remonta a la Antigüedad”, nos anticipa. Y añade que, en su opinión, la medicina antiaging está de plena actualidad porque todos queremos vivir con plenitud el mayor tiempo posible. “Sin embargo, hoy deberíamos hablar de Wellaging o mejor aún, de Longevidad, ya que esta rama de la ciencia trata de añadir años a los años, pero de una forma saludable y con calidad de vida, preservando la autonomía tanto a nivel cognitivo como locomotor todo el tiempo que sea posible”, nos cuenta.
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Cambiar de hábitos para frenar el proceso de envejecimiento
La clave para conseguir frenar el proceso de envejecimiento es cambiar determinados hábitos. Así lo considera el doctor. “La epigenética, que hace referencia a los factores externos y ambientales con capacidad para modificar la expresión de nuestros genes, es la clave. Pero para controlar el conjunto de influencias externas que pueden modificar la actividad de nuestro ADN debemos poner de nuestra parte. Frenar el proceso de envejecimiento obteniendo bienestar requiere emplearnos a fondo para resistir a las numerosas tentaciones que conspiran contra nuestra salud. No es fácil modificar nuestros hábitos con el bombardeo publicitario al que estamos expuestos por parte de la industria alimentaria y la tecnología”, nos explica el experto.
Tus aliados para un envejecimiento saludable
¿Cuáles son los pilares que nos pueden ayudar a demorar el envejecimiento, a vivir más y, sobre todo, mejor? El doctor López Tallaj nos los resume en los siguientes:
- La restricción calórica y la calidad del sueño.
- El ejercicio de fuerza.
- Una buena hidratación con agua mineral, ya que nuestro cuerpo contiene un 70% de agua y un 30% de sales.
- Además de esto, es importante exponerse al sol a tempranas horas de la mañana y estar en contacto con la naturaleza, entre tantos otros, en opinión del doctor.
“Todos los aspectos englobados en la Epigenética, que es todo lo que puedas hacer para contrariar y derrotar al 30% de tu herencia genética. Hay que adoptar un estilo de vida saludable radical, basado en dejar el sedentarismo de lado, ejercitarse periódicamente, dormir bien y volver a nuestros orígenes. Recordemos que nuestros ancestros en el Paleolítico eran cazadores/recolectores. Dormían en cuevas a oscuras por el tiempo suficiente, despertaban al amanecer, recorrían grandes distancias para obtener un animal de pequeño tamaño y volvían con la familia para compartir dicha proteína, que era poca, pero suficiente. Ni siquiera la ingerían diariamente. Comían frutas y vegetales de temporada, bebiendo agua del río o el manantial. En resumen, descansaban, comían poco, se ejercitaban y se hidrataban bien”, nos cuenta.
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La prevención, un aspecto fundamental
Pese a que cada vez más se habla de cuidado preventivo, le planteamos al doctor si sigue siendo una de las asignaturas pendientes. Y además de confirmarlo, no es optimista al respecto. “Seguirá siendo una asignatura pendiente por mucho tiempo, ya que muy pocos estamos dispuestos a renunciar a nuestros hábitos culturales en relación a nuestra alimentación. Tras la Revolución Agrícola a finales del siglo XVIII, el ser humano ha experimentado enfermedades que son fruto de una dieta rica en alimentos procesados, a menudo enriquecidos con sabores químicos que resultan deliciosos e ingredientes que causan dependencia”, nos cuenta.
El papel de las hormonas
Siempre le echamos la culpa de muchos de nuestros males, especialmente las mujeres, a las hormonas, ¿hasta qué punto influyen en nuestra salud y nuestro bienestar? “Le echamos la culpa a las hormonas porque su producción disminuye al llegar a los 40 años, y sobre todo en la mujer, porque fruto de este declive comienzan los síntomas de la menopausia. Las hormonas son los mensajeros químicos que transmiten o ejecutan órdenes para el correcto funcionamiento del organismo. Cuando merma su producción, se produce un envejecimiento paulatino que algunas mujeres refieren como repentino y molesto por su sintomatología 'florida’ sobre la piel, la memoria, las mucosas, el sueño, la líbido, el cabello, los huesos, los músculos, el ánimo, etc, etc. En mi libro Malditas hormonas (Amazon), de Epigenética, explico con un lenguaje sencillo y en apenas 72 páginas, temas como el sueño, la alimentación, el ejercicio y la suplementación hormonal segura para mantenernos vitales con la edad”, nos explica el experto.
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¿Cómo se pueden mantener las hormonas en equilibrio?
El experto nos explica que se puede fomentar este equilibrio de manera natural con suplementos y ejercicio antes de que se produzca la atrofia de la glándula sexual femenina, que son los ovarios y que es donde se producen las hormonas hasta la menopausia. “Cuando los ovarios dejan de producir la cantidad necesaria para el correcto funcionamiento del organismo femenino, debemos de reponerlas indefectiblemente con miras a la longevidad. La menopausia no es el final si es abordada desde los primeros síntomas evitando los efectos a largo plazo, que podrían ir desde la osteoporosis al alzhéimer. Miles de estudios científicos coinciden en los importantes beneficios de la reposición hormonal sustitutiva con testosterona bioidéntica mediante el fito-implante derivado del ñame [se trata de una hormona de origen vegetal, 100% natural, extraida de este tubérculo procedente de climas cálidos], que está avalado científicamente por la CE & FDA, que es nuestro tratamiento de elección para combatir los síntomas de la menopausia. No sólo reduce la incidencia de cáncer de mama en un 50% y del alzhéimer en un 38%, sino que frena la reabsorción ósea, entre tantos otros beneficios”, concluye el doctor López Tallaj.
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