Los motivos para realizar una reducción de pecho, la intervención a la que se ha sometido Alba Díaz

Tener unas mamas demasiado grandes puede causar muchas molestias en la espalda, pues se adoptan posturas inadecuadas y, a la vez, puede afectar a la autoestima

Por Pilar Hernán

Cuando hablamos de operaciones estéticas de pecho, lo cierto es que solemos pensar en los aumentos. Pero, tal y como nos confirman los cirujanos estéticos, también ocupan un lugar muy destacado las intervenciones quirúrgicas para reducir el volumen de las mamas. A una de ellas se sometió, el pasado mes de mayo, Alba Díaz, la hija de Manuel Díaz ‘El Cordobés’ y Vicky Martín Berrocal, quien confirmaba en sus redes sociales que lo hacía por motivos de salud. También se sometió a esta intervención hace unos meses María Pombo. 

"Hago mucho boxeo y cuando saltaba a la comba lo pasaba fatal, terminaba con un dolor horrible, lo mismo me pasaba cuando corría y tuve que dejarlo. A la hora de dormir, me costaba encontrar la postura muchas veces y la calidad de mi sueño empeoraba. Me sentaba encorvada y tenía dolores de espalda. Se me había despegado la piel del esternón del peso del pecho", ha explicado.

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Un problema que afecta a la calidad de vida

Tal y como le sucedía a Alba Diaz, en ocasiones, hay mujeres que experimentan problemas relacionados con su espalda que están vinculados con el tamaño de su pecho. Un problema que no es solo una cuestión de estética, pues esos dolores de espalda pueden llegar a afectar en gran medida a la calidad de vida de quienes lo padecen. Y no es extraño que acaben recurriendo a la cirugía, como ha sido el caso de la joven, sometiéndose a una intervención que ayuda a recuperar una buena postura, pero que tiene, además, otros beneficios: las pacientes ven cómo se alivian las molestias de espalda, mejoran su autoestima y vuelven, además, a disfrutar de la actividad deportiva que, en ocasiones, dejan relegada por este problema. Los dolores de espalda provocados por el peso de los senos femeninos "pueden ser insoportables”, explica la cirujana estética de AECEP cirujanos, Ana Torres, quien advierte, además, que una mama excesivamente grande genera malposiciones posturales.

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Tendencia a adoptar una mala postura

Y es que es evidente que la espalda es una de las zonas que más sufre con una talla elevada de pecho, en la mayoría de las ocasiones el cúmulo de años de mala postura y la falta de ejercicio físico, por los impedimentos que acarrea dicha talla, provocan una falta de tonificación que sobrecarga los músculos. Así, los expertos apuntan que muchas mujeres sufren durante años por no encontrar sujetadores de su talla o que realicen correctamente su función sin hacerles daño, otras dejan de practicar deporte por las molestias y la falta de sujeción, sin olvidar las que adoptan malas posturas simplemente para ocultar su pecho, o evitan el uso de determinado tipo de ropa. 

El problema, como nos detallan desde Clínica Opción Médica, son las medidas posturales que adoptan las mujeres con un pecho grande, ya que para disimular el pecho suelen encorvarse, hecho que genera unas molestias, sobre todo en las zonas cervicales y dorsal alta.

Otros motivos que llevan a someterse a una reducción de pecho

Pero podemos encontrarnos con otras razones por las que las mujeres se someten a una reducción mamaria como pueden ser la aparición de eccemas o de intértrigo (inflamación de la piel en los pliegues de ésta) en la parte inferior del pecho, la excesiva presión y las molestas marcas de los tirantes del sujetador en los hombros. Otro motivo es la dificultad para realizar ejercicio físico. Por este motivo, es muy frecuente que las pacientes que acuden a un Cirujano Plástico y Reparador para someterse a este tipo de intervención vengan derivadas por sus médicos de atención primaria o por otros especialistas como traumatólogos o reumatólogos.

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¿Cuál es la solución?

Todos estos condicionantes hacen que haya mujeres que toman la  decisión de pasar por quirófano para realizarse una cirugía de reducción mamaria. Eso sí, antes de dar el paso de realizar esta o cualquier otra intervención quirúrgica es importante conocer todas las opciones y buscar un buen especialista. Para el doctor Marco Antonio Amaya, cirujano y director el Instituto Español de Cirugía Plástica, especializado en la reducción de pecho, es determinante estudiar cada caso particularmente, para no sólo decidir la idoneidad de la intervención, sino la técnica que aportará mejores resultados.

La mamoplastia de reducción es la intervención a través de la cual se consigue reducir el volumen de los senos mediante la eliminación de grasa, piel y tejido mamario que el pecho presenta en exceso. El tratamiento consiste en reducir el diámetro de la areola con el fin de lograr la perfecta armonía con el seno y que éste a su vez quede proporcionado con el resto del cuerpo. Y, pese a lo que pueda parecer, es una intervención bastante demandada, pues tiene mucha influencia tanto en la estética como en la salud de la mujer. Su demanda ha subido cuatro puntos desde 2014 y la eleva hasta el tercer lugar entre los procedimientos más demandados del sector. La reducción del pecho de la mujer se solicita, sobre todo, por motivos de salud.

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Causa de complejo

El pecho, según la doctora Ana Torres, puede experimentar un crecimiento anormal en dos periodos clave en la vida de la mujer, la adolescencia y la menopausia. Bajo el influjo hormonal, el tejido mamario puede crecer de manera desproporcionada, y causar la llamada hipertrofia mamaria o en su caso extremo la gigantomastia. Este último caso, el de los llamados pechos XXL, puede deberse también a la herencia genética, y, según la experta “se vive con mucho complejo”. Aunque la mama puede continuar su crecimiento hasta los 22 años, la doctora Torres aconseja intervenir si existen mucho dolor y/o problema psicológico en la paciente.

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Valorar qué tratamiento elegir

La cirugía de reducción de mamas requiere una buena valoración preoperatoria para decidir qué tipo de técnica es más conveniente. El peso resulta también clave en este sentido. Jesús Benito Ruiz, presidente de AECEP cirujanos, aclara que si el volumen a extirpar es escaso, la intervención se puede realizar a través de una pequeña cicatriz alrededor de la areola. La liposucción puede ser aquí una solución que no deja cicatriz para mujeres de más edad con un componente graso. Habrá que eliminar entonces el exceso de piel para que la mama vuelva a tener un aspecto más joven.

Una cuestión que preocupa mucho a las pacientes es la posible pérdida de sensibilidad en la zona tras el paso por el quirófano. Ana Torres admite que en algunas ocasiones puede darse este supuesto, pero que en otras el proceso es inverso, ya que antes de la operación “muchas pacientes presentan antes de la cirugía una falta de sensibilidad en las areolas debido a la elongación (alargamiento) de los nervios sensitivos”.

¿Puede volver a crecer el pecho tras la intervención?

Es una de las preguntas que puedes hacerte. Tal y como explican desde el equipo de cirujanos plásticos Martín del Yerro, "eEn principio no, ya que en la operación se elimina tejido graso y glandular. El tejido glandular no puede recuperarse y el tejido graso no suele hacerlo. Pero si la mujer gana peso, parte de la nueva grasa puede acumularse en el pecho".

Lo que tienes que tener en cuenta si te sometes a una reducción de pecho

Mientras, el doctor Diego Tomás Ivanchich, resume algunas consideraciones sobre esta intervención:

-El exceso de volumen en el pecho se suele acompañar de una caída, por ello el objetivo de esta intervención es doble: disminuir el tamaño, a la vez que se eleva el pecho.

-El tiempo estimado en el que se realiza una mamoplastia de reducción suele ser de 2 a 3 horas y bajo anestesia general, con un ingreso en clínica de 24 horas. A los dos días se le hace a la paciente la primera cura y se le coloca un sujetador especial que ha de llevar durante un mes, podrá ducharse a partir del tercer día y los puntos se retirarán en 2-3 semanas. Dependiendo del tipo de actividad profesional, el Dr Diego Tomás Ivancich recomienda un reposo postoperatorio de 10 a 14 días, además de no cargar peso durante un mes.

-Antes de someterse a una reducción de pecho, la paciente debe asegurarse de que éste ha terminado su completo desarrollo (alrededor de los 18 años), aunque si es necesario puede realizarse antes.

-Lo que tienen en común las técnicas de reducción mamaria es que dejan una cicatriz vertical desde la areola al surco submamario y otra horizontal a lo largo de este surco (cicatriz en T invertida). Las cicatrices tardan en madurar alrededor de un año.

-En una operación de reducción de mamas el pecho modifica su posición. Esto es debido a que la transformación de los tejidos hace posible que la piel se tense y, de este modo, pueda volver a sujetar los senos, que ahora tienen un peso menor.