Mascotas

Qué debes saber si quieres tener un acuario en casa

El tamaño del acuario, el tipo de filtro y el emplazamiento son las decisiones más importantes. El acuario es el entorno de tus mascotas, pero también un elemento decorativo muy importante.

Por David Navarro

La decisión de montar un acuario en casa no solo implica reunir a una serie de mascotas bajo tu responsabilidad, también es una decisión que reformula la apariencia de tu casa. El acuario ocupa un espacio significativo y las decisiones que deberás tomar implican una elección que deberás mantener en el tiempo.

El tamaño del acuario es la primera decisión que deberás tomar. Todo dependerá del espacio que tengas en casa y del emplazamiento. Sin embargo cabe destacar que cuanto más grande sea el acuario más estables podrás mantener sus parámetros. Se estima que se necesita un litro de agua por cada centímetro de pez que lo habite. La medida ideal para iniciarte en un acuario pero no quedarte corta sería instalar un acuario de 80 litros.

Sin embargo, el tamaño está relacionado también con el emplazamiento. Generalmente el espacio que tendrá depende de dónde puedas situarlo. Se recomienda que esté en una zona visible de la casa, en el salón, por ejemplo. Esta es una decisión que aúna varias condiciones: generalmente el acuario es un elemento lo suficientemente vistoso para que no esté escondido, pero además, conviene que esté a la vista para que puedas saber cuanto antes si en algún momento ocurre algún imprevisto.

El acuario debe estar lejos de las corrientes, pero también de los calefactores o estufas. Debe haber un enchufe cerca para conectar el filtro y las luces. Es importante que se sitúe en una zona con suficiente luz para que las plantas que integres en el acuario puedan hacer la fotosíntesis, pero no debe recibir luz directa para evitar que el sol caliente el agua e interfiera con la temperatura que se determine. Por otro lado, un acuario lleno tiene a un peso significativo, debes tener en cuenta que la superficie donde lo pongas sea lo suficientemente resistente.

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Filtros ruidosos, invisibles y caros

El filtro es el sistema que mantiene el agua limpia. Existen varios tipos: internos, externos y de mochila. Para acuarios de 10 a 80 litros se recomienda un filtro interno. Se coloca en la zona trasera, completamente sumergido. Estos filtros son muy silenciosos, fomentan un consumo bajo y su instalación es muy sencilla. Sin embargo, ocupan bastante espacio, debes mantener mucho cuidado en su limpieza y su capacidad de filtrado es relativa.

Otro tipo de filtro es el de cascada (o también llamado “de mochila”). Está pensado para acuarios entre 20 y 200 litros. También se instala en la zona trasera, pero su estructura está fuera del acuario, lo que permite ahorrar espacio dentro, pero deberás tener en cuenta sus dimensiones para elegir su emplazamiento. Se llama de cascada porque el efecto que produce al filtrar es ese, como si existiera una pequeña cascada en el interior. Este modelo tiene una instalación sencilla, su mantenimiento es muy asequible y tiene una alta capacidad de elementos filtrantes. Sin embargo, a diferencia del filtro interno, este produce cierto ruido.

Por último, los filtros externos (también llamados “de botella”) es la opción más profesional. Se recomienda para acuarios de entre 50 y 1.500 litros. Se instala en la zona inferior del acuario, no ocupa espacio dentro ni en el lateral. Su mayor ventaja es el volumen de filtración, que es muy superior al resto de modelos, es silencioso y no requiere apenas mantenimiento. El mayor problema es su precio, que es el más elevado.

Para iluminar el acuario hay que tener en cuenta si es de agua dulce o salada. En el primer caso debes emplear tubos fluorescentes o de LED de 0,4 W/litro, y en agua salada de 0,6 W/litro. Cuanto más plantas más potencia deberás tener porque debes favorecer su fotosíntesis para que liberen Co2.

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Arena y decoración

El fondo del acuario es un diseño que deberás realizar y será una de las principales señas de identidad de tu acuario que, si está en una zona significativa de la casa, servirá de decoración constante a tu vida. Simplemente debes colocar la grava, arena o sustrato en el fondo, y lo que sobre resérvalo en la zona de atrás para generar un relieve profundo.

Piensa que los elementos decorativos del paisaje también van a participar en la relación entre los peces, es importante que existan zonas para esconderse. Sin embargo, tampoco es bueno decorar en exceso el acuario o generar demasiadas zonas ocultas. Cuanto más objetos y plantas, menos espacio tienen los peces para nadar. Decora con gusto, pero vigila no excederte.

Agua, puesta a punto y llegada de los peces

Nunca uses agua caliente para el acuario, pues ésta contiene iones tóxicos. Es muy importante que, para que los peces vivan en buenas condiciones, trates el agua con anticloro. Antes de que lleguen los peces al acuario, deberías trabajar en ello durante 15 días, haciendo trabajar el sistema de filtrado, ajustando además la temperatura y la iluminación para que el entorno esté perfecto antes de la llegada de los peces. Debes comprobar los niveles de Ph, Kh, Gh, nitratos, nitritos y amoniaco.

Una vez que el acuario esté en funcionamiento, con los peces en su interior, debes tener en cuenta que cada 10-15 días deberás realizar la renovación parcial del agua, esto implica cambiar alrededor del 20% del volumen total de agua.

Esta es otra de las decisiones libres que debes tomar y que afectan por igual a la belleza de tu acuario y a la complejidad de su mantenimiento. Sin embargo, lo primero que debes tener en cuenta es que los peces deben estar libres de parásitos, asegúrate de que han pasado cuarentenas al ser importados y que el importador/vendedor garantice que están libres de parásitos.

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