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Manchas, granitos, poros abiertos ... todas estas afecciones e imperfecciones de la piel se agravan con el verano. Y pese a que la mayoría son trastornos benignos que no suponen un riesgo para la salud de quienes lo padecen, sí nos crean complejos e inseguridades. Por ello, es importante que pongamos todo nuestro empeño en prevenirlos y evitar que empeoren durante las vacaciones. Así lo indica la Dra. Jhandira Avendaño V., especialista en Medicina Estética de la Clínica Opción Médica: "Uno de los principales problemas durante el verano es prevenir las manchas y si ya tienes, hay evitar que se oscurezca aún más", señala. ¿Cómo hacerlo?
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Cómo tratar las manchas en la piel
La radiación solar, la sal, el cloro, la humedad y los cambios de hábitos que, en ocasiones, son menos saludables son los responsables de que nuestra piel esté más deshidratada, deslustrada, seca, a veces con asperezas y que se agudicen las arrugas finas. De igual modo, la pigmentación inducida por la radiación ultravioleta puede no haber sido uniforme y notemos la aparición de manchas claras u oscuras, o la intensificación de las ya existentes y una piel con coloración cetrina, con falta de luz y apagada, nos recuerdan las dermatólogas Mercedes Morillo y Amalia Pérez Gil, dermatólogas del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón. En general, una alimentación adecuada y una buena rutina cosmética son las principales claves para recuperar el aspecto de la piel.
"Primero es importante que nuestra piel esté completamente limpia para que pueda respirar durante todo este verano y para que todos los productos de cosmética adicional que implementemos sean bien tolerados y absorbidos por la piel", recuerda la Dra. Jhandira Avendaño V. Limpieza, hidratación y nutrición por las noches no deben faltar en tu rutina.
Por eso, no debe faltar una buena protección solar con factor de protección alta. Además, es recomendable aplicarlo 20 minutos antes de exponerte al sol o de salir a alguna fuente de luz. "La aplicación del fotoprotector debe repetirse cada dos o tres horas para que la protección sea más efectiva", advierte.
Y es que uno de los errores que cometemos cuando nos aplicamos una crema solar es hacerlo en el momento en el que ya estamos fuera expuestos o aplicar una pequeña cantidad. Hay que recordar que se trata de una formulación medicamentosa que necesita un tiempo para penetrar en la piel y hacer su función de protección. Igualmente importante es que la capa que apliquemos sobre la piel sea lo suficientemente generosa para que, realmente, nos proteja.
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¿Cómo evitar los granitos del verano?
Otro de los problemas cutáneos que pueden empeorar o, incluso, aparecer en las vacaciones de verano son los granitos en la piel. Para evitarlos, "es fundamental utilizar cremas con una hidratación profunda". Además, la higiene del rostro se vuelve más importante en verano, puesto que el calor y el sudor pueden hacer que se acumulen más impurezas.
Asimismo, debemos evitar utilizar productos que contengan alcohol, perfumes o colonias, ya que en el momento en que entran en contacto con los rayos de sol pueden producir más manchas. Las zonas más 'peligrosas' puesto que son las que más expuestas están, son las de la cara, el cuello y el escote, por lo que son áreas de la piel en las que debes prestar una mayor atención y tener un mayor cuidado.
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¿Cómo influye la alimentación?
Es importante que le des mayor protagonismo a las frutas de las verduras, ya que su alto contenido en vitaminas fuente de importantes antioxidantes para combatir el envejecimiento que se puede producir durante estos meses de sol, que es el principal encargado del envejecimiento de la piel y la aparicion de manchas
Comer bien y seguir estos consejos te ayudarán a que los problemas de la piel se agraven en verano:
- Limpieza adecuada segun el tipo de piel
- Protección solar con agentes fisicos y químicos
- Llevar sombrero, gafas y ropa adecuada.
- Usar un buen protector solar con un factor de protección solar alta +30 o +50
- Beber más agua y evitar aquellas debidas que sean gaseosas o que tengan colorantes ya que favorecen la deshidratación, promueven la aparición de celulitis y no hidratan en profundidad ni en superficie nuestra piel
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