Diferentes ONG's se alían para pedir a los gobiernos una inversión en 'resiliencia' para El Sahel

Francia, la UE, Estados Unidos y otros países desarrollados se comprometen a invertir 2.400 millones de euros en los próximos 3 años

Por Gtresonline

Las condiciones climáticas de El Sahel dificultan enormemente la vida de cualquier tipo de ecosistema. El cinturón del continente africano se ve castigado en numerosas ocasiones por la falta de recursos, provocando conflictos internos entre los habitantes de los países que lo conforman, hambrunas o enfermedades. Por estos motivos, este amplio territorio que limita al norte con el desierto del Sáhara y al sur con la sabana sudanesa, necesita urgentemente que los países desarrollados inviertan en medidas resilientes en esta zona.

Así lo han expuesto hace poco tres importantes Organizaciones No Gubernamentales: Acción contra el Hambre (ACH), Oxfam y Save the Children. Pero también la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) destaca en sus últimos informes la necesidad de convertir en prioridad las medidas preventivas para evitar futuras crisis. Según Alba Domínguez Tomé, asesora regional humanitaria de Save the Children en África Central y Occidental, "la situación es muy preocupante". "En 2018, 1.3 millones de niños menores de 5 años presentan desnutrición aguda, la cifra más alta en la última década y un 50% más alta que en 2017", decía recientemente refiriéndose a los datos de un informe de UNICEF publicados hace unos meses.

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Romper el círculo vicioso

Además, las instituciones coinciden en que "la pobreza crónica, la falta de acceso a servicios sociales de base para una gran parte de la población, la desigualdad entre hombres y mujeres, entre ricos y pobres, entre las zonas geográficas y la mala gobernanza contribuyen a mantener el círculo vicioso del hambre y constituyen obstáculos para acabar con el hambre".

"Un Sahel sin hambre es posible, podemos romper el círculo vicioso. Para lograrlo, lo urgente es fortalecer la cuestión humanitaria, el desarrollo y la protección de civiles y ponerles en el corazón de las prioridades regionales", explica la responsable de campañas regional de Acción contra el Hambre, Judith Kaboré. "La seguridad no es el desarrollo, la prioridad de los actores debe ser fortalecer la resiliencia de las comunidades. La ayuda al desarrollo debe responder primero y antes que nada a las necesidades de la población, no los objetivos de seguridad de los estados", comentan desde Oxfam Intermon.

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Inversión en desarrollo

Estas tres importantes voces se pronunciaron pocos días antes de la reunión que tuvo en Nuakchot a principios de diciembre, para buscar financiación al Programa de Inversiones Prioritarias (PIP), en la que se pretendía buscar asistencia en proyectos de desarrollo que ayuden a garantizar a largo plazo la seguridad de los países del Sahel, y de la que se acordó destinar 2.400 millones de euros en los próximos tres años para proyectos de desarrollo.

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Además, otras ONG's, como Movimiento por la Paz, llevan años luchando en contra de las desigualdades en el Sahel. Su proyecto 'Resiliencia en El Sahel' trata de construir comunidades resilientes en las intentan que los pueblos y tribus de los países que lo integran aprendan a afrontar las dificultades y se recuperen de las crisis con mayor rapidez. Además, su campaña también incluye el empoderamiento de la mujer y acceso y saneamiento de agua en las diferentes zonas.