El cambio que experimenta la decoración del baño sustituyendo la bañera por un plato de ducha es de esos que actualizan y conceden metros. Pero además, el cambio de bañera por ducha abarca cuestiones prácticas y funcionales como la seguridad a la hora de la ducha o el ahorro de agua. Son muchas las razones para animarse a cambiar la antigua bañera, aún en el caso de que esta no esté anticuada. Y sin necesidad de reformar el baño por completo. En este artículo nos centramos en esa pequeña intervención que se realiza en un día. Te detallamos información relevante, proceso y precios.
Cambio de bañera por plato de ducha
Son muchas las razones que pueden hacer que te plantees cambiar la bañera por la ducha: comodidad, estética, funcionalidad, ahorro, practicidad, seguridad… Los baños parecen ampliarse con un plato de ducha que queda casi al ras del suelo respecto a la altura que ocupa una bañera. La mampara hasta el suelo también favorece la sensación de amplitud. Así que lo primero que notarás al cambiar la bañera por un plato de ducha es que el baño gana en metros. A esto se suma la comodidad en el acceso, que también concede seguridad (por el tema de caídas y resbalones).
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