El sol, bajo control
Este es el primer paso para convertir un espacio de exterior en un rincón agradable: que la zona de estar tenga la sombra suficiente como para poder estar a gusto.
Fíjate en la orientación del patio. Si está orientado al sur o al oeste tendrás más horas de sol y de calor. Pero incluso si está orientado al norte, necesitarás controlar la radiación solar.
Busca soluciones fáciles como un toldo o una sombrilla grande, o también puedes instalar una pérgola, una estructura con plantas trepadoras que te den sombra en verano o, incluso, una pérgola bioclimática.
Además de hacer más acogedor el espacio, la sombra te ayuda a proteger los muebles de exterior de la decoloración y el deterioro que provoca el sol.
Un consejo: si vives en una zona de veranos muy calurosos puede que te interese acoplar a tu pérgola o a una sencilla estructura de madera un sistema de nebulización que refresque el ambiente. No es excesivamente caro y ayuda a mitigar el calor.
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