Ecología y sostenibilidad
La ventaja de las piscinas naturalizadas es clara para todas aquellas alérgicas al cloro. Pero también por razones medioambientales, pues con este sistema no se utiliza ningún producto químico nocivo, evitando las emisiones de CO₂ y el consumo energético procedente de su distribución. Al contrario, como señala Ignasi, “pone las condiciones para que la biología cuide de forma natural el agua. Además, al tratarse de una balsa con purificación natural, únicamente hay que renovar el agua que se evapora, nunca cambiarla por completo”.
El baño en agua dulce sin químicos es mucho más agradable y sano. Santiago añade que las piscinas naturales “son mucho más respetuosas con el medio ambiente y sus diseños pueden ser mucho más bonitos e integrados en la naturaleza”. Por ese motivo considera que más implantadas en el centro Europa, sin duda, son el futuro de las piscinas en nuestro país.
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