Comienza por ordenar
Sin orden no puede haber limpieza. ¿Te imaginas tener que limpiar un dormitorio en el que la ropa está tirada por todas partes, la cama sin hacer y todos los elementos fuera de su sitio? Sería imposible.
Por eso, antes de empuñar el trapo y el plumero debes ordenar el dormitorio y colocar cada cosa en su sitio. Ten en cuenta que el orden distorsiona, molesta e impide que descansemos bien.
Los doctores Eduard Estivill y Mirta Averbuch en su libro Recetas para dormir bien (Ed. Plaza&Janés) abogan por la necesidad de tener un dormitorio en orden, si queremos conciliar el sueño adecuadamente. “Un dormitorio armónico ha de tener un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar”. “Al llenar la habitación de objetos, aumentamos el polvo, dificultamos la ventilación y creamos un ambiente opresivo, de desorden, que no beneficia en nada el descanso”.
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