No solemos prestarle la atención que merece, especialmente las seguidoras del blanco para todo, pero la pintura posee el poder de transformar la casa y actuar como un buen maquillaje. Así, es perfecta para alegrar cualquier estancia, hacer un ‘lifting’ a tu salón, ampliar los metros del dormitorio de matrimonio, proteger la pared de la cocina, bajar el techo del pasillo, cambiar la perspectiva de un espacio, delimitar ambientes contiguos o dar un toque de personalidad y estilo a cualquier estancia.
Por eso, tanto para los fans del blanco como para los que ven la vida y la casa a color, estas ideas de decoración te ayudarán a dar una manita de pintura para conseguir el efecto deseado.
Pasos previos
Antes de ponerte manos a la obra, es preciso que sepas a qué te enfrentas. Para ello, debes tener en cuenta el tamaño de la estancia, la luz, la altura de sus techos, el uso que tiene… Y ante la duda, recuerda que jugar con el color significa crear una buena relación entre los distintos tonos y buscar el equilibrio aplicando la ‘regla del tres’, lo que significa no sobrepasar ese número de tonos, para no caer en el caos cromático.
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