La siesta es una sana (sí, sí sana) costumbre que mejora el funcionamiento cardiaco, disminuye el estrés y aumenta el rendimiento. Eso sí, no hablamos de sueños al estilo ‘Bella durmiente’ sino de 20-30 minutos máximo. Por eso, pon la alarma para no pasarte de ese tiempo y echa una cabezadita a una hora temprana (hasta las cuatro o las cinco de la tarde), para que después puedas dormir por la noche.
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Recargar las pilas
Nadie dijo que echarse una siesta al aire libre esté reñido con el estilo y el diseño. Desde un mandala bajo un árbol hasta una cama estilo balinés, que te traslade (en sueños, eso sí) a un paraíso caribeño; una tumbona cerca de la piscina, que te meza con el sonido del agua; o un balancín en una sombra, donde acunarte mientras descansas, son algunas de las propuestas que te ayudarán a crear un rincón ideal para esta costumbre española, que ya ha traspasado fronteras.
Mi amigo el sofá
Siempre, pero en esta época más, debería ser obligatoria. No hay nada tan apetecible, estés donde estés –en la playa, la ciudad o el campo–, que te cause efectos tan positivos en apenas media hora. Al aire libre o dentro de casa, para echarte una reparadora siesta no hace falta ponerse el pijama y meterse en la cama. Tu sofá puede ser una buena opción. Aunque puedes quedarte dormido sentado en él, lo ideal es que lo hagas tumbado, ya que descansamos mejor, al ser la posición natural del sueño. Procura elegir la parte con ‘chaise longue’ o tumbarte a lo largo y puestos a elegir, que incorpore funciones relax, para ajustar el asiento y el respaldo a tus gustos. Ten en cuenta que cuantas más generosas sean las proporciones de tu modelo, más confortable será.
Una cama en el salón
¿Te imaginas durmiendo en el salón como si estuvieras en el dormitorio? Hazlo realidad con un modelo especial, de dimensiones XL. Estos dos en uno resultan un verdadero hallazgo. Tan importante como el asiento es crear el clima ideal. En el interior de casa, baja las persianas, dota a las estancias de una fresca oscuridad, enchufa el aire acondicionado, si te gusta, o el ventilador y déjate llevar por el ambiente. Lo ideal es que no haya ruido, por eso apaga el televisor y el móvil. Mientras que si estás en el exterior, una buena sombra y un antifaz pueden ser buenos aliados.
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Asientos que dan mucho juego
Diseñadores y marcas han dado un giro de tuerca a los sillones y butacas creando piezas ergonómicas y confortables. Son propuestas que además de bellas resultan cómodas, incluso para el reparador sueño de primera hora de la tarde.
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Tal es la importancia de la siesta en este momento que la han trasladado a un bar, en un nuevo concepto que se puede denominar ‘siesta bar’. Snap Bar, con asientos y butacas tan cómodos como una cama, es un espacio de lujo, donde desestresarse y recargar las pilas. Eso sí, de momento hay que viajar a Dubái para disfrutarlo.
