Reuniones familiares, tardes de domingo viendo la televisión, una sobremesa relajada en la zona de los sofás, incluso una siesta exprés. Sin duda, es el alma de la casa, el lugar donde se hace vida y se disfrutan muchos de los buenos momentos que transcurren en el hogar. Por este motivo, su distribución, planificación y decoración son decisivos para aprovecharlo al máximo.
Que entre la luz
La luz natural se convierte en un elemento clave. Multiplica los metros, aporta calidez, amplía los rincones y nos aporta optimismo y energía positiva. Los grandes ventanales son tus mejores aliados. Por este motivo, no los ocultes sino muéstralos, para que el sol nos inunde la estancia. No coloques piezas muy altas junto a ellos y vístelos con telas ligeras y en colores claros, como el beis, que llenará de destellos dorados el espacio. Y potencia la luz del sol con tapicerías claras. Además, si quieres que traspase ambientes, apuesta por tabiques de cristal o arcos, así no habrá rincón que se te resista.
Y si la luz natural es importante, la artificial es fundamental para crear atmósferas y lograr un espacio bien iluminado en las distintas zonas y sin rincones olvidados, porque están oscuros y tristes. Una iluminación general potente, pero no blanquecina, por favor; con luces puntuales en la zona de lectura, la librería, etc.
Distribución a medida
Ante todo, sé realista. Si tu salón es pequeño, nunca podrás poner un sofá XXL , por mucho que te apetezca. “Recurre a las ‘Tres Q’: qué necesito, qué espacio tengo y de qué presupuesto dispongo”, cuentan desde Reformas de Diseño (reformasdediseño.com). Tus necesidades, costumbres y gustos deben definir la estancia. De esta forma, en salones rectangulares que tienen la ventana al fondo, pondrás la zona los sofás con la televisión, por ejemplo, adaptando el espacio a ti y no al revés.
No olvides que la planta siempre es determinante. Así, si tienes un salón cuadrado los sofás deben ir en ‘L’, mientras que si es alargado, en paralelo.
Y que hay que respetar las distancias entre los distintos elementos, para que haya una circulación fluida, que además, resultará más cómoda y hará que se vea más grande el espacio.
Muebles que potencian el espacio
Si no sabes por dónde empezar… Elige un elemento (chimenea, televisor, sofá…) y coloca el mobiliario a partir de él. Para que el salón se vea más confortable y ordenado, adosa los muebles más voluminosos a las paredes. De esta forma, la luz circulará libremente y tú podrás moverte cómodamente.
Elige con cabeza, debes buscar el equilibrio entre lo que te gusta, necesitas y lo que encaja mejor. Y piensa siempre que el menos es más. ¿Para qué vas a llenar tu salón de piezas innecesarias por muy bonitas que sean?
Piezas con vida propia
Concédete un capricho, esa pieza que te ha enamorado desde el instante que la viste en el escaparate de una tienda o ese elemento especial del que no te quieres desprender porque siempre te ha acompañado por las distintas viviendas por las que has pasado. “Debemos diferenciar. Las piezas buenas deben destacar, mientras que el resto de piezas que queremos conservar por valor sentimental, deben acoplarse a la decoración. Eso sí, es muy importante que están restauradas y en buen estado”, señalan desde Reformas de Diseño.
