Su superficie marrón y 'peluda' no es precisamente el reclamo más atractivo. Sin embargo, un vez abierto el coco... ¡qué delicia esa pulpa dulce, jugosa y crujiente! Podemos comerla al natural, pero también convertirla en ingrediente de numerosas recetas. Por ejemplo, el coco tiene una especial versatilidad en el terreno de la repostería (en cualquiera de sus ‘formatos’: coco fresco, seco y rallado, en forma de leche o de crema...).
El calendario gastronómico tiene marcado en rojo cada 2 de septiembre como jornada para rendir homenaje a este fruto, cultivado en prácticamente todos los países tropicales. Una excusa perfecta para colgarnos el delantal y cocinar recetas para disfrutar de su sabor.
Lo haremos, esta vez, dentro del terreno goloso: tartas, bizcochos, trufas, flanes… caprichos dulces a los que ningún amante del sabor a coco podrá resistirse. Para acceder a su modo de elaboración solo tienes que clicar sobre los botones de Leer más.