Las ensaladas templadas son ideales para su inclusión en nuestros menús durante los meses de otoño e invierno. Es el caso de esta ensalada que prepararemos con pechuga de pollo y unos garbanzos de bote. La aliñaremos con una rica vinagreta de mostaza.
- 300 g de Pechuga de pollo
- 2 Tomates
- 1 Pepino
- 1 Cebolla morada
- 200 g de Garbanzos cocidos
- 150 g de Queso feta
- 1 cucharadita de Pimentón al gusto
- 2 cs de Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta
La vinagreta de mostaza
- 2 cs de Mostaza de Dijon
- Zumo de medio limón
- 6 cs de Aceite de oliva virgen
- Sal
- Pimienta
- Hojas de perejil
- Flores de ajo
LA VINAGRETA
-
1.
Echar en un cuenco el zumo de limón, el aceite, la mostaza, sal y pimienta. Mezclar todo bien y reservarlo.
-
1.
Lavar los tomates, cortarlos en rodajas y, luego, cortar cada una por la mitad. Retirar las puntas al pepino, lavarlo y cortarlo en rodajas finas. Pelar la cebolla y cortarla en juliana. Trocear el queso feta.
-
2.
Lavar al chorro de agua fría los garbanzos y escurrirlos.
-
3.
Cortar la pechuga de pollo en tiras y saltearlas en una cazuela a fuego vivo con el aceite hasta que se doren. Añadir los garbanzos y rehogar 1 minuto.
-
4.
Retirar del fuego y añadir las rodajas de pepino y de tomate, el queso feta troceado y la juliana de cebolla. Salpimentar y mezclar.
-
1.
Repartir la ensalada en los platos, decorar con las hojas de perejil y las flores de ajo y espolvorear con el pimentón y pimienta negra molida. Acompañar con más flores de ajo y perejil y la vinagreta de mostaza preparada.
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