Sobre una rebanada de pan ¡podemos poner tantas cosas! Nos encantan estas tostas cubiertas con unas espinacas ligeramente blanqueadas, anchoas en salazón y huevo escalfado. Eso sí, opta por unas anchoas buenas, sin exceso de sal y bien limpias.
- 4 rebanadas de Pan
- 8 ud de Anchoas en conserva
- 4 ud de Huevo
- 200 g de Espinacas
- Sal
- Vinagre
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1.
Calentamos agua en una sartén con un chorrito de vinagre. Al mínimo hervor y con una cuchara, removemos enérgicamente para conseguir un efecto de remolino. Cascamos los huevos -de uno en uno- en un cuenco y los vamos echando delicadamente hacia el centro del remolino. Deberán cocer 3 minutos cada uno, hasta que la clara se ponga sólida, pero se mantenga líquida, la yema.
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2.
Ponemos agua a hervir en un cazo, añadimos un poco de sal y las espinacas y dejamos que se blanqueen 3 minutos. Las escurrimos y las secamos bien.
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3.
Tostamos el pan y ponemos sobre cada rebanada unas pocas espinacas, 2 anchoas y un huevo escalfado.
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4.
¡Listo!
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