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Pocos aperitivos son tan ricos y tan agradecidos como unos mejillones tigre ligeramente picantes y con la bechamel bien cremosa. ¡Perfectos para esos momentos en los que nos apetece comer algo en dos bocados! Así lo cuentan en su libro 'Taberna' los chefs del prestigioso restaurante madrileño Arzabal (Iván Morales y Álvaro Castellanos).
- 5 Kg de Mejillones gallegos (unas 50 piezas)
- 110 g de Harina
- 110 g de Mantequilla
- 1 litro de Leche
- 1 kilogramo de Cebolla
- 0.5 kilogramo de Pimiento rojo
- 0.5 kilogramo de Pimiento verde italiano
- 10 g de Pimentón picante
- 200 ml de Salsa de tomate
- Harina para el empanado
- Huevo líquido para el empanado
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1.
Es importante que los mejillones no sean exageradamente grandes. Una vez seleccionados y abiertos tras cocerlos al vapor, apartamos los que queremos cubrir con nuestra masa de tigre y mejillón, procurando que las carcasas estén bien limpias.
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2.
Además, comprobamos que los cuerpos de los mejillones no tengan pelos y que estén en buen estado (ojo, si alguno da olor, lo desechamos). Picamos estos mejillones en brunoise y los reservamos.
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3.
Por un lado, preparamos la bechamel, a la que justo antes de terminarla le añadiremos el relleno de mejillón y la verdura para dejarlo enfriar todo. La verdura consistirá en un picadillo de cebolla, pimiento rojo y pimiento verde que pocharemos muy bien y al que añadiremos el pimentón picante y la salsa de tomate.
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4.
Una vez enfriada la bechamel, con la verdura y el mejillón ya incorporados, llega el momento de cubrir cada pieza de mejillón con una manga. El relleno debe ser ajustado a la pieza y aparente.
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5.
Dejamos que se enfríen y los empanamos tradicionalmente con harina y huevo líquido.
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6.
Por último, solo nos queda freírlos en abundante aceite caliente y prepararnos para disfrutar.
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