Se conoce con el nombre de parrocha a las sardinas de pequeño tamaño. En este caso vamos a prepararlas en ajada y darles después el uso que queramos: simplemente solas, en bocadillo, como ingrediente para ensaladas...
- 1 kilogramo de Parrochas
- 2 hojas de Laurel
- 2 Clavos de olor
- 8 dientes de Ajo
- 1 cucharadita de Pimentón dulce
- Zumo de limón (de un limón)
- 300 ml de Aceite de oliva
- 100 ml de Vinagre de vino blanco
- Sal
- Pimienta negra (12 granos)
- Limón (unas cuñas para acompañar)
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1.
Quitar la cabeza a las parrochas, escamarlas, eviscerarlas, lavarlas, secarlas y sazonarlas con sal.
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2.
Calentar 200 ml de aceite en una sartén y freírlas por tandas 20 segundos por cada lado a fuego vivo.
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3.
Escurrirlas y reservarlas en una fuente grande de bordes altos.
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4.
Colar el aceite y ponerlo en una sartén al fuego con los ajos pelados y enteros, las hojas de laurel y el aceite restante.
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5.
Cocinar a fuego medio hasta que se doren los ajos, añadir los granos de pimienta y los clavos y cocinar a fuego bajo 2 min.
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6.
Echar el pimentón, el vinagre, el zumo de limón y una pizca de sal y retirar del fuego.
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7.
Dejar que la ajada se enfríe un poco, colarla, verterla sobre las sardinas reservadas en la fuente y meter esta en el frigorífico hasta el momento de servir.
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