Las seis claves para dejar de vivir siempre a dieta

Por hola.com

¿Cuántas veces hemos empezado un régimen de adelgazamiento y no lo hemos terminado? O lo que es peor: hemos llegado a nuestro objetivo, pero en pocos meses hemos recuperado o incluso duplicado el peso inicial… Generalmente, las personas que siempre tienen problemas con el peso, y como dicen ellas: 'siempre estoy a dieta', nunca logran mantener un peso saludable en el tiempo. La razón (si no hay ningún problema de salud) es muy sencilla: nunca han tenido unos buenos hábitos de alimentación porque no se los inculcaron desde la infancia. Son personas que están predestinadas a tener sobrepeso u obesidad el resto de su vida, a no ser que decidan cambiar.... ¿Cómo hacerlo? Los siguientes consejos de la experta en nutrición Marta Lorenzo te ayudarán a poner remedio a esta 'pescadilla que se muerde la cola'.

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  • Estar totalmente mentalizados. No sirve de nada empezar un régimen que no vamos a acabar. Hazte a la idea de que, dependiendo del peso que nos sobre, vamos a necesitar más o menos tiempo. 

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  • No tener ninguna inestabilidad emocional. Me refiero a que no tengamos problemas, ya sean familiares o en el trabajo. Si somos personas que canalizamos los nervios y la ansiedad a través de la comida, el régimen solo nos va a suponer más estrés y no llegaremos a cumplir el objetivo. Espera a estar más tranquila. En caso de que ese problema emocional te lo produzca el exceso de peso, ánimo, es tu momento.

 

  • Busca una temporada en la que no tengas muchos compromisos sociales o familiares. Es difícil centrarse en llevar una buena alimentación si estamos siempre rodeados de comida hipercalórica. Así que, no, la navidad no es el mejor momento.

 

  • Cambia el chip y aprende a comer saludable. Debes hacerte a la idea que para después mantenerte tienes que conseguir adquirir unos buenos hábitos para el resto de tu vida. No pasa nada porque comas un bollo o un frito una vez a la semana, el problema es cuando es a diario y, además, no tenemos un orden de comidas y no incluimos en ningún momento la fruta y la verdura. La manera más sencilla de saber qué comer y qué limitar es volver a la comida casera de siempre, de nuestras abuelas. Por el contrario, hay ciertos alimentos que debemos limitar como los procesados, industrializados cargados de azúcar, sal y grasas. También deberíamos limitar la bollería, refrescos, galletas, chucherías y comida rápida. 

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  • Haz ejercicio o, por lo menos, no lleves una vida sedentaria. La dieta y la actividad física forman un tándem perfecto para conseguir un óptimo estado de salud y resulta imprescindible para mantener el peso. Elige un deporte que te guste y te haga sentir bien o, si no, por lo menos, no lleves una vida sedentaria: mantente activa a lo largo del día, sube y baja escaleras escaleras, ve al trabajo andando, evita el coche, etc.

 

  • Y, por último, el consejo más importante de todos: haz una buena elección del tipo de alimentación que quieres seguir el resto de tu vida. Lo más importante es que sea una dieta que nos enseñe a comer y, por lo tanto, que se pueda mantener en tu día a día. Nunca debe ser restrictiva en ningún alimento, simplemente unos se comen con más frecuencia que otros. Ni demasiado hipocalórica, eso es insostenible y lo único que vas a conseguir es ralentizar el metabolismo. En caso de no saber que dieta es la correcta, ponte en manos de un nutricionista titulado.

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