Entrevista a Lucía Rivera: de sus problemas de ansiedad a la nueva relación de su ex Marc Márquez

Sincera como siempre, la modelo responde a ¡HOLA! a casi todas las preguntas. Eso sí, se muestra parca en palabras cuando le preguntamos por la nueva novia de su padre, Cayetano Rivera

Begoña Martín, Lucía Rivera y Julieta Gracia

Te quedan x días gratis. Recuerda navegar con tu sesión iniciada.

Te quedan pocas horas gratis. Recuerda navegar con tu sesión iniciada.

Estás en tu periodo de prueba gratuita. Sigue disfrutando de ¡HOLA!+.

HOLA.com, tu revista en internet

Tu período de prueba gratuita en ¡HOLA!+ se ha activado con éxito

Disfruta de todo el contenido totalmente gratis durante 7 días.

Recuerda navegar con tu sesión iniciada.

Ya tienes una suscripción activa.

Recuerda navegar con tu sesión iniciada.

Con un look que evocaba al Hollywood dorado, Lucía Rivera se presentó a la última fiesta de Rabat en Madrid. La modelo, que lució algunas piezas de la colección Black&White de la firma, nos confesó qué tipo de joyas prefiere. “Me gustan los pendientes y los anillos. Por favor, mira el anillo, es que es una maravillas”, expresa a ¡HOLA, mientras enseña su mano. “Los pendientes también dan mucha luz. Son discretos, sencillos, elegantes… Me hice los agujeros en las orejas súper tarde, porque mi madre dijo cuando decidiera yo y me decidí muy tarde, pero hora no me los quito”, añadió Lucía.

Pero con la hija de Blanca Romero hablamos de muchas cosas más. Por ejemplo, de lo bien que se encuentra mentalmente después de acudir a terapia. Por otro lado, también le preguntamos la modelo por la nueva relación de su padre, Cayetano Rivera, con la periodista portuguesa María Cerqueira, aunque no quiso mojarse demasiado. Sin embargo, fue más explícita a la hora de abordar el noviazgo de su ex Marc Márquez con la modelo Gemma Pinto, amiga de Laura Escanes.

Acceso a la versión digital
Las modelos Begoña Martín, Lucía Rivera y Julieta Gracia©JUAN LU REAL
La hija de Blanca Romero asistió a la fiesta de Rabat, donde no quiso pronunciarse sobre la nueva novia de su padre. En la imagen, Lucía Rivera, en el centro, junto a Begoña Martín, a su derecha, y Almudena Cañedo, a la derecha.

 —Lucía, has pasado unos meses con mucha ansiedad. ¿Cómo te encuentras ahora?

—Ahora estoy mucho mejor que antes. Estoy muy tranquila, la verdad.

 —¿Cuál es la base para estar tranquila?

—La terapia. No hay que dejar la terapia nunca. Sobre todo, coger las técnicas que te dan.

—Pero llevas yendo a terapia desde hace tiempo. ¿Qué te ha hecho mejorar ahora?

—Ahora soy otra persona. Ya no pienso tanto las cosas. Mi mente está en calma y no tengo tanta presión en el pecho. Se nota muchísimo cuando empiezas a ir a terapia. En mi caso, mi vida cambió. Mi cuerpo cambió y mi cabeza cambió.

 —¿Hace cuánto que empezaste a ir a terapia?

—(Resopla) Años. Pero es que nunca hay dejarla. A una terapia no se puede ir un mes. Es verdad que no voy todos los días ni todas las semanas, pero, obviamente, sigo en terapia.

 —No sé si también ha sido una buena terapia escribir tu libro y desahogarte.

—La mejor terapia, no lo dudes. Ahora soy una mujer completamente distinta y sé quién soy de verdad. Ya no tengo una lucha interna.

 —Y eso que has contado cosas que han llamado mucho la atención.

—Pero es que en España la gente se escandaliza por todo.

—¿Ha habido algo de lo que te hayas arrepentido?

—No.

—¿No te ha llamado algún aludido o aludida?

—Nadie. Ni me he arrepentido de nada, porque es la verdad y con la verdad se llega a todos los sitios.

—¿Ni tu padre, por hablar de la exmujer?

—Malo no me ha dicho nada nadie.

Isabel Hernáez, Ana Cristina Portillo y Lucía Rivera©JUAN LU REAL
En esta imagen, la hija de Blanca Portillo posa junto a Isa Hernáez y Ana Cristina Portillo.

—Sorprende que, a pesar de lo joven que eres, te hayan pasado cosas muy difíciles.

—Bueno, pues es la vida…

 —Me refiero a los abusos sexuales.

—Por desgracia, la realidad de todas las mujeres es esta. No he contado cosas muy heavies… Esto es lo que hay. Cuando se habla, la gente se asusta, pero esto es lo que hay.

—¿Tu madre ya lo sabía todo?

—Claro, obviamente.

 —Siendo modelo y joven, ¿crees que estás más expuesta a estas situaciones?

—Claro, obviamente también. Pero bueno, las mujeres estamos todas expuestas. No creo que haya… Lo que pasa es que viajo sola, estoy mucho tiempo sola… La moda te hace estar mucho tiempo sola.

—Cambiemos de tema. Hace meses, nos constaste que querías pasar una temporada fuera de España. ¿Sigue esa idea en pie?

—Sí, a ver si me puedo ir ya de una vez. Me gustaría ir cada vez más lejos, que París ya se me queda muy cerca. Ahora quiero ir a Nueva York o a Sídney, Australia. Algo lejos, lejos.

—¿Cuándo esperas poder macharte?

—En octubre, que ahí tengo un proyecto que tengo que acabar. Tengo muchos proyectos nuevos.

 —Háblanos de ellos.

—No te puedo contar. Quiero que sea como el libro, que sea algo que no lo esperaba nadie. Así va a ser todo. Cocinando en silencio y a fuego lento.

 —Siempre te preguntan por amor. Pero, ¿te apetece ahora enamorarte?

—No tengo ganas de enamorarme. Pero, si me enamoro, me enamoré.

—A lo mejor viene alguien y te sorprende. ¿Notas si ligas o es algo que pasas de lo que pasas totalmente?

—Ligo muchísimo, pero no me apetece… Me encanta la soltería.

—Ya has dicho que tu vida sexual está genial.

—Obviamente, la estoy teniendo. Creo que es la mejor época de mi vida, la de soltera. No sé por qué llama la atención esto… La gente no es nada liberal y tiene una mente muy cerrada. La mejor etapa de todas las mujeres es la de soltera, eso seguro.

Lucía Rivera en el Club de Campo©JAVIER ALONSO
“Ahora soy otra persona. Ya no pienso tanto las cosas. Mi mente está en calma y no tengo tanta presión en el pecho”, nos contó la modelo.

—¿Cómo encuentras a tu padre?

—Guapísimo, como siempre.

—Me refiero a su nueva relación.

—Guapísimo como siempre.

—¿Conoces a Maria, su novia?

—No voy a hablar de ello.

—Dices que Marc Márquez de los pocos ex con los que te llevas bien. Te alegrarás, por tanto, que acabe de presentar a su nueva novia.

—Claro que me alegro. Me alegro mucho por Marc. De hecho, cuanto más feliz sea más feliz voy a ser yo.


Más sobre