Hablamos con Dulceida: sus ídolos, detalles de su salto al cine y su situación personal

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—¿Quién era tu ídolo cuando eras pequeña?

—Britney Spears y Mary-Kate Olsen.

—¿Y ahora no tienes ninguno?

—Ahora es verdad que ninguno. Pero, por mi profesión, admiro a Chiara Ferragni desde siempre. Empezamos a la vez y me encanta.

—Además la conoces en persona.

—Sí, de muchas veces. Me entregó un premio en 2014… ¡Imagínate!

—¿Qué te sorprendió de Chiara cuando la viste por primera vez?

—Me encantó porque era como yo. Es natural… Es increíble. He estado en eventos suyos, en los que ella podría sentir agobio, pero siempre está encantadora y tiene con una sonrisa para todo el mundo. Eso es lo que mola. Está donde está y es tal cual.

—Además de ella, has conocido a personalidades muy top. ¿Alguna vez has pensado: “No me puedo creer que esté con esta persona”?

—Con Rihanna. Me quedé en shock. –Dulceida la conoció 2018, durante la presentación de la marca de cosméticos de la cantante en Dubai–. Ella me dijo: “Me encanta cómo vas maquillada…”, porque yo iba con sus cosméticos. Lo único que me salió decirle fue: “Photo, please?”. ¡Photo, please! –ríe–. Fatal –ríe–.

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—Después de crear tu marca de ropa, los premios Ídolo y protagonizar tu propio documental, vas a estrenar tu película, La reina del convento.

—No sé cuándo, pero se estrena este año. Tengo muchas ganas.

—¿Cómo te has visto en tu debut cinematográfico?

—Muy bien. He estado rodeada de compañeros y compañeras increíbles: Mario Vaquerizo, Antonia San Juan, Isabel Ordaz, Gemma Cuervo, María Alfonso… Me he sentido superbién, en mi salsa.

—Mucha gente no sabe que te formaste como actriz antes de consagrarte como influencer.

—Sí, estudié dos años en Barcelona, en Eolia. También estudié en Madrid. Haciendo la película, me di cuenta de que mi sueño era ser actriz y quiero seguir formándome. Ya estoy con amigos actores a ver si puedo hacer algún curso, porque, en las secuencias más complicadas, noté que tenía un poco oxidadas las técnicas que yo uso.

—Después de esta película, te habrán salido nuevos proyectos…

—No puedo, no puedo hablar… –ríe–.

—Eso es que hay algo

—(Ríe).

—A nivel profesional estás…

—[Interrumpe] Perfecta.

—¿Y en el plano personal?

—Muy feliz y muy en paz. La gente cree que, si siempre dices que estás feliz, es que no lo estás. Pero es que ahora es la verdad. Es cierto que, en mi época mala, lo decía y no siempre era así. Pero ahora estoy tranquila.

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 —¿Te apetece tener pareja?

—No.

—No ha sonado convincente…

—No, no. Déjame, déjame… –ríe–.

—¿Estás soltera?

—Sí.

—¿Ligas más con hombres o con mujeres?

—Por desgracia, con hombres.

—¿Y qué te apetece tener ahora?

—Yo, mujeres.