Posa para ¡HOLA! con su mujer, Silvia Casas, y su hijo, Pedro, en Ibiza, donde disfrutan de sus vacaciones

Manu Tenorio nos habla de los grandes éxitos de su vida: su familia, sus veinte años en la música y el inesperado giro de su carrera

Se convierte en actor de una película internacional: ‘Estoy muy ilusionado’

PEPE BOTELLA

Por Eduardo Verbo

Actualizado 26/08/2021 12:54 CEST

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En 2001, tras su paso por Operación Triunfo, Manu Tenorio se convirtió en uno de los hombres más célebres de España. “Tengo millones de anécdotas. ¡Podría escribir libros y libros! Por ejemplo, en una firma de discos, tuve que salir escondido en el maletero de un coche. Era la única solución porque había mucha gente esperando. La situación se estaba descontrolando y las medidas de seguridad eran insuficientes”, confiesa el artista, de cuarenta y seis años, desde Ibiza, donde recibe a ¡HOLA! durante sus vacaciones junto a su esposa, la periodista Silvia Casas, y su hijo, Pedro, de ocho años. Desde allí rememora sus veinte años de carrera en la música, que coinciden con el lanzamiento de Encadenados, el segundo sencillo de su próximo disco. Aunque han transcurrido dos décadas de aquella “gran oportunidad”, el país sigue recordando su carisma, su imponente voz y su parecido con Paul Newman, que lo aupó a liderar las listas de los más atractivos gracias a su intensa mirada azul. Curiosamente, es ahora cuando el artista sevillano tiene más cosas en común con el galán de Hollywood: según nos cuenta en exclusiva, en otoño comenzará el rodaje de su primera película, en la que prestará voz a la banda sonora y participará como actor. Un papel con el que dará un giro a su carrera y con el que, seguro, volverá a sorprender a España.

—¿Cómo surgió esta oportunidad?

—El productor Martin Nuza y su equipo se interesaron en El roce, una canción que forma parte de Nosotros en la noche, mi anterior trabajo, como banda sonora de la película que estaban sacando adelante. Durante la conversación, me invitaron a intervenir con un pequeño papel. Me hace ilusión moverme en nuevas disciplinas y, a veces, es bueno salir de tu zona de confort. Tengo inquietud por aprender cosas nuevas y me pareció una buena idea.

“Se llama ‘The Spanish Sting’. Rodamos en octubre, en Frigiliana (Málaga), y vendrán muchos actores de Estados Unidos”

—¿Qué puedes avanzar sobre la película?

—¡Estoy muy ilusionado! Se llama The Spanish Sting y va a estar dirigida por Craig Ruddock. Rodamos en octubre, en Frigiliana, en Málaga, y vendrán muchos actores de Estados Unidos.

—Háblanos de tu personaje.

—El guion trata sobre una serie de mafiosos que planean atracar un banco. Yo soy uno de los hombres de confianza de esos mafiosos. ¡Hasta ahí puedo contar!

“A mi hijo, Pedro, procuro darle cariño y amor, pero no soy el padre que está entrenando a su hijo para que sea futbolista o cantante. Le encanta la música, pero, de momento, se le da mejor pintar”

—¿Cómo te estás preparando?

—Se va a rodar en inglés. Ya estoy con un profesor que me está ayudando a trabajar la dicción, a controlar bien el acento y con la interpretación. En octubre, me voy a encontrar con el director y trabajaré más el personaje. Al margen de la película, me estoy poniendo las pilas con el idioma. Me apetece superarme. ¡Un artista debe saber inglés!

“He logrado tener siempre los pies en el suelo, desarrollar una carrera estable y ganarme el cariño de la profesión”, asegura el cantante, dos décadas después de ‘Operación Triunfo’

—¿Qué te empujó a decir que sí?

—Lo que ellos querían es que participara en la banda sonora. Pensaban que a lo del papel iba a decir que no porque siempre he sido reacio, pero, precisamente, eso fue lo que me motivó, que no lo dieran por hecho. Estoy contento porque va a contar con distribución en Estados Unidos y se presentará en algunas salas de cines.

“¡Estoy emocionada con el salto al cine de Manu! Se está preparando a fondo. ¡De aquí a Hollywood!”

—O sea que, además, vas a hacer las Américas…

—Bueno, me gusta soñar y tener ilusión, pero no creo que vaya a ganar un Oscar (ríe). Es un papel pequeño, pero muy apasionante. En otras ocasiones, me llegaron algunas propuestas. Nunca quise dar el paso por miedo y respeto.