Iñigo, concursante de Gran Hermano 1: así es su nueva vida y su asombroso cambio físico

El ceutí, que se hizo famoso por usar habitualmente un polo verde dentro de la casa, ha cambiado radicalmente su vida profesional y personal

Por hola.com

Han pasado ya diecinueve años desde que se emitirá la primera edición de Gran Hermano. Fue el 23 de abril del 2000 y desde entonces mucho ha cambiado la vida de aquellos primeros concursantes, especialmente la de Iñigo González Salas. Este ceutí afincado en Sevilla y que entró en la casa cuando tan solo tenía 23 años, se hizo popular por su carácter tranquilo, su eterno polo verde y su gran habilidad para "escaquearse" de las tareas domésticas .Licenciado en Periodismo, tras salir de la casa, donde permaneció 35 días, Iñigo estuvo colaborando en el programa Crónicas Marcianas y hasta hizo un cameo en la segunda entrega de Torrente. Sin embargo, tras esa etapa de popularidad, el exconcursante de Gran Hermano cambió completamente de registro y decidió continuar con su formación académica. 

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Además de escribir dos libros, Borrachos de fama y Mercenarios de la tele, en los que habla del efecto que tienen los realities en sus  participantes, se graduó en Estudios árabes e islámicos, complementando sus estudios con un máster en Dirección de Comunicación Empresarial e Institucional. No contento con ello llevó a cabo un máster de Formación de profesor de secundaria y otro en enseñanza de español como Lengua extranjera y otras lenguas modernas. Actualmente trabaja como profesor de la Escuela oficial de Idiomas de Granada. “Después de tantas habladurías y tantos desplantes que me han hecho en estos últimos 19 años, ahora mismo soy yo el que me río de todos ellos” ha afirmado el concursante en la web de Telecinco. 

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Iñigo, que ha confesado que tras participar en Gran Hermano, pensó en vivir de la televisión toda la vida, ha revelado que hoy en día tiene un grupo de Whatsapp con el resto de los concursantes de su edición. “Sí, tenemos un grupo desde el año 2016, gracias al reencuentro que organizó la gran María Teresa Campos. No estamos todos, la verdad” admite Iñigo. 

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Pero además del giro profesional que ha dado su vida, el ex Gran Hermano, también ha experimentado un gran cambio físico. Iñigo se sometió a una dieta en la que perdió cerca de veinte kilos y aunque ahora ha recuperado alguno de aquellos de los que se deshizo, el periodista confiesa estar encantado con su nuevo aspecto.