El cantante David Otero presenta su primer libro, 'Precipicio al mar', una reflexión sobre la paternidad: 'A mi hija Luna le ha encantado'

El artista mira en su interior para bucear en sus recuerdos más personales, su historia de amor con su mujer y su experiencia como padre de dos hijos: Luna, de doce años, y Gael, de cinco

Por M. J. Somoza

Siempre me costó decirte que debías volar libre
Siempre me costó besarte
Justo antes de marcharte
Y será mi precipicio al mar el salto hacia el vacío
Tus huellas no sé dónde van
Se irán volando sobre el mar
Y el caso es que te has ido
No sé si ya no estás

Estas son algunas de las frases que David Otero canta en el tema Precipicio al mar, incluido en su último álbum 1980. Un título que ahora ha convertido en libro para plasmar su reflexión más íntima y personal sobre sí mismo. El excomponente de El canto del Loco, que luego lanzó en solitario su carrera como El Pescao y en sus últimos dos discos es solo David Otero, "cuelga" temporalmente la guitarra para escribir un relato repleto de recuerdos, anécdotas y vivencias sobre la aventura de ser padre, que nació en la orilla del mar en Marruecos, tras ver tres gaviotas que para él representan a su hija Luna (que empieza a volar libre a sus 12 años), a su mujer Marina y a él mismo. “Cuento muchas cosas íntimas que podrían dar pudor, pero no me ha costado mucho. Creo que era necesario contar las cosas de verdad para que el libro tuviese la profundidad que necesitaba”. Con esa sinceridad repasa su pasado y su presente, recorre la historia de amor con su mujer, la herencia recibida de sus padres, su experiencia con sus dos hijos, Luna y Gael..., en el instante perfecto. “Ahora es el momento perfecto para publicar este libro porque dentro de quizá tres cuatro años mi hija, que es la que lo ha motivado (ahora tiene 12 años), ya hubiera tenido 15 o 16 y esa inocencia que es ese salto al vacío pues ya hubiera estado en otro lugar diferente. Ahora son justo los últimos años de esa inocencia de niño, que necesitan esa reflexión” asegura. David Otero dedica unos minutos a HOLA.com para desvelar quizá su melodía más desconocida, la que está inspirada por aquello que más le toca el corazón: sus hijos.

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¿Meter la cabeza en el mundo editorial es dar un salto al vacío?

Por supuesto, lo bonito de este salto que estoy dando es que lo he hecho sin pretensión de nada, nada más que de pasármelo bien escribiendo. Lo he hecho un poco para mí, ha sido un proceso muy interno y muy íntimo, más una introspección mía que me ha ayudado a conocer muchas cosas de mí.

¿No te da vértigo mirar desde lo alto del precipicio?

Hay circunstancias que sí que te dan vértigo y otras en las que uno se sienta encima de un acantilado y disfruta de las vistas, que es lo que más le gusta de la vida. Todo el mundo en nuestra vida buscamos un sitio alto para observar el horizonte, un paisaje, el mar... Eso es lo bonito y lo metafórico de este lugar donde sitúo el comienzo del libro, en ese borde del precipicio.

¿Te ha ayudado tu mujer a “componer” y plasmar esta historia en papel?

No me ha ayudado y tampoco le he dejado leer nada hasta que la tenía acabada. Cuando la he terminado la han leído mi mujer y mi hija. No han conocido las historias que llevaba este documento hasta que no lo he terminado.

Recuerdas vuestra historia de amor, que ya dura más de una década, ¿siempre supiste que era la mujer de tu vida?

Fue un proceso donde las cosas que íbamos sintiendo, y lo cuento bastante extenso en el libro, fueron haciendo que nos fuésemos dando cuenta de lo que sentíamos. Pero desde el momento en que nos conocimos no nos separamos.

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¿Cuál es la anécdota que te gusta contar sobre vuestra historia juntos?

Hay muchas, el libro está plagado de anécdotas de nuestra historia juntos, pero sin hacer spoiler las dos más bonitas son cuando nos enteramos de que íbamos a ser papás: primero de Luna y luego de Gael.

¿Cómo te definirías como padre?

Como un padre que le da tanta importancia a la educación y a la relación con sus hijos que es capaz de escribir un libro sobre eso.

¿Y a tus hijos, qué dirías de cada uno de ellos?

De mi hija Luna, diría que nos parecemos muchísimo, que tenemos una imaginación en común  y una vida en común muy parecida y una forma de disfrutar de las tonterías que nos gustan a los dos muy parecida. Somos muy iguales. Y con mi hijo, Gael, tengo una relación muy, muy  estrecha, le conozco muy bien y paso mucho tiempo con él, Diría que es un tío muy inteligente, a pesar de tener solo cinco años.

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¿Muestran algún interés por la música?

Sí, los dos bailan, los dos cantan, los dos juegan con la música, que me parece que es lo importante. Su interés por la música tiene que ser ese el de jugar. Cuando sean mayores decidirán si les gusta para algo más que para jugar y ser parte de su cultura o para algo diferente, como es una profesión.

¿Te han dicho ellos algo sobre el libro? ¿Han leído (o les has leído) algún fragmento?

Luna lo ha leído y le ha encantado; Gael tiene cinco años, se lo dejo en tareas pendientes para cuando crezca.

¿Cuál es la enseñanza más valiosa que has aprendido de tus padres?

Hay varias que están en el libro, sobre todo a la hora de la importancia de la familia y las personas que  tienes cerca en tu vida. Son los pilares básicos para tu desarrollo. Los dos han leído el libro. Se han reído muchísimo y me han dicho sobre todo que les parece muy divertido.

¿Te apetece escribir algo más o seguirás centrado en la música?

Me ha gustado mucho la experiencia de escribir. Si quieren contar conmigo para escribir otra cosa, sin duda que lo haré, pero me quedo de momento con esta experiencia que es la que tengo, y en el futuro Dios dirá. La música por supuesto va a estar ahí siempre.

Ha pasado casi un año desde el lanzamiento de 1980, que es una mirada a tu pasado y que precisamente incluye el tema que da título al libro, ¿notabas que te faltaba algo por contar?

En el caso de esta canción, sí. A la hora de escribir algo mi motivación principal era lo que más me moviese por dentro, mis hijos sin duda. Ese ha sido el motivo principal de este libro porque lo que más te mueve por dentro tiene más posibilidades de ser contado de una manera más pasional y profunda.

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Tras este repaso, musical y literario, a tu pasado, ¿te atreves a imaginar tu futuro?

No trato de imaginar mi futuro, prefiero mantenerme abierto. Por ejemplo, si hace un año me dices que voy a escribir un libro, no te habría dicho que sí, no estaba en mis planes. Prefiero mantenerlo en esa apertura de posibilidades.

David Otero firmará ejemplares de su libro el martes 19 de marzo (FNAC Callao, Madrid, a las 19 horas); viernes 29 de marzo (Casa del libro Rambla Cat, en Barcelona, a las 18.30 horas); jueves 4 de abril (FNAC San Agustí, Valencia, a las 19 horas); y jueves 11 de abril (FNAC, en Sevilla, a las 19 horas).