Mercedes Junco Calderón, el alma de ¡HOLA! nos ha dicho adiós

Nos ha dejado una gran dama del periodismo, inteligente y elegante, atenta a los protagonistas de la información, lo mismo que a los lectores, entendiendo que todos ellos son parte de su propia familia, cuidándolos y respetándolos siempre

Por hola.com

Mercedes, (la última vez que escribí sobre ella, en noviembre, cuando recogió el premio de la industria de la moda, me pidió que no pusiera “doña” delante de su nombre) siempre decía que se hizo periodista por amor.

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Por amor se hizo periodista y después, aprendió a amar su profesión intensamente, junto a su marido, Antonio Sánchez Gómez. Se conocieron en Palencia, donde ella había nacido en 1920 y se casaron en 1940. Poco después de su boda se trasladaron a Barcelona, porque Antonio era el director del diario La Prensa.  Y una tarde, recién nacido su hijo Eduardo, tuvieron la idea de fundar una revista. Un “semanario gráfico de información”, al que llamaron ¡Hola! y llenaron de buenas noticias, y de belleza.

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Por eso decía que era “periodista por amor”. Por no querer soltar nunca la mano de Antonio, por acompañarle cada día a la redacción, a la imprenta, a los kioscos. Por vivir las alegrías, las emociones, las dificultades, las aventuras… de unos periodistas singulares, que apostaron por la información amable y el respeto.

Su objetivo era sacar a la superficie “la espuma de la vida”. La parte de la realidad que no pesa, ni hunde, sino que flota y saca a flote. Las burbujas del champán, las pompas de jabón.

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¡Qué buenos ratos nos han hecho pasar Antonio y Mercedes, cada semana, desde hace 75 años, contándonos quién nace, quién se enamora, quién se casa, y qué casa, qué vestido, qué fiesta!

Mercedes era todo corazón. Elegante por fuera, exquisita por dentro. Trasladaba a su trabajo la generosidad y el optimismo que la hacían única. Era espléndida. Era delicada. No entendía de límites cuando se trataba de entregarse.

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Ha sido pionera. Trabajadora incansable, inteligente y valiente cuando pocas mujeres destacaban en el mundo profesional. Y ha inaugurado un estilo propio, femenino y admirable. Pionera de la conciliación, de la igualdad de oportunidades, de todo lo moderno, con la naturalidad de quién no se para a pensar en que está abriendo puertas y ensanchando horizontes. Simplemente lo hace.

Ha estado al frente de ¡Hola! desde el 8 de septiembre de 1944 hasta ayer. Muy contenta nos mostró el último número extraordinario de la moda, con su preciosa portada, escogida por ella misma, y los reportajes tan elegantes de sus páginas. Llevaba cincuenta años publicando cuatro especiales cada año. Y eso además de su trabajo diario en la redacción. Primero mano a mano con su marido, Antonio, después con su hijo Eduardo, y ahora con sus nietos. Y con todo el equipo que ella consideraba familia (muchos lo eran de sangre, otros de corazón).

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También eran familia los protagonistas de las noticias y los lectores. Ese ¡Hola! era para todos ellos. Para acompañarles. Para darles consuelo, compañía, diversión, entretenimiento… si hubiera podido también les hubiera repartido bombones, regalos, flores…

La vamos a echar muchísimo de menos. Pero trataremos de seguir sus pasos, y esa buena costumbre de “ser periodistas por amor”.

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Amor de ida y vuelta. Gracias familia, amigos, lectores, gente de talento, gente buena, elegante, ejemplar, gracias compañeros de profesión, gracias a los que habéis salido en ¡Hola!, a los que nos habéis ayudado con vuestro trabajo, los que habéis confiado en nosotros y los que formáis parte de esta casa.

Gracias de parte de Mercedes. No sabéis lo feliz que la habéis hecho.

Mamen, Mercedes y Eduardo Sánchez Pérez