Alejandro Sanz ha compartido una emotiva imagen que no deja de cosechar 'me gusta'. En ella vemos al pequeño Dylan en Algeciras, frente a la estatua de uno de los mejores amigos de su padre, el recordado Paco de Lucía. "Mi Dylan viendo la estatua de su padrino", ha escrito el cantante. Raquel Perera, por su parte, ha añadido: "Sin palabras. Presencias eternas. Genio, padrino, amigo". Dylan nació en julio de 2011 y fue bautizado en mayo de 2012, en una íntima ceremonia en la que sus padres decidieron también, para sorpresa de los invitados, pronunciar el 'sí, quiero'. El guitarrista, fallecido en febrero de 2014, ejerció de padrino del niño, algo que Alejandro anunció meses atrás al recibir el Castillete de Oro, el máximo galardón del Festival del Cante de las Minas de La Unión (Murcia), por su labor como embajador de la música y la cultura española. "Aunque haya nacido en Nueva York y se llame Dylan, mi hijo tendrá un padrino muy flamenco, Paco de Lucía", reveló.
Como viene siendo habitual, Raquel está disfrutando de unas vacaciones en el sur de España con sus hijos a la espera de que pueda unirse a ellos Alejandro, que sigue en Miami, trabajando en su nuevo disco. En sus redes sociales, la mujer del cantante ha compartido varias imágenes de su escapada a Algeciras, así como una preciosa imagen de Dylan y Alma jugando en la playa. "Hay muchos lugares bellos en el mundo, pero ninguno como tú. Gracias Cádiz", ha escrito.
Alejandro y Raquel forman un tándem perfecto. Se conocieron en 2007 y su felicidad aumentó con la llegada de sus dos hijos, Dylan en 2011 y Alma en 2014. “Raquel es una mujer divina, muy especial, me ha enseñado muchísimo y espero que me siga enseñando durante mucho tiempo”, confesó el intérprete en una entrevista concedida a la periodista Pepa Bueno.
El cantante adora a sus cuatro hijos, Además de Dylan y Alma, es padre de Manuela, fruto de la relación que mantuvo con Jaydy Mitchel, y Alexander, nacido de su relación con Valeria Rivera. "Mis hijos se quieren muchísimo, se adoran, y yo estoy muy contento, doy gracias a Dios por mis cuatro hijos y no me arrepiento de nada. Tú les das la vida a ellos, pero la vida que te dan ellos a ti no es comparable. Cada uno con su personalidad y sus cosas…”, confesó. “Me gusta estar en los problemas de ellos, en las cosas de ellos... quiero que lleven una vida normal, que tengan gran educación y darles las herramientas para que el día de mañana sean buenas personas y sean felices”, añadió.
