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Antes de poner rumbo a Miami, Antonio Banderas ha disfrutado de unos días de descanso y diversión junto a Nicole Kimpel en el sur de Francia. La pareja, junto a unos amigos, se tomó unas pequeñas vacaciones para visitar zonas como Saint-Jean-Cap-Ferrat, una península en la zona gala de Provenza-Alpes-Costa Azul en la que desembarcaron con el mega yate Lady S, que cuesta 497.000 euros a la semana y tiene cabida para 12 personas. Entre los lujos que incluye este impresionante barco de 68,5 metros de eslora hay una piscina con agua de mar y zona para tomar el sol, un gimnasio, baño turco y jacuzzi.
"Saludos mediterráneos", escribió Antonio en su cuenta de Instagram el día 26 con una foto en la que aparecía con su chica, Nicole Kimpel, en Saint Tropez. Entonces había comenzado ya la cuenta atrás para la Semana de la Moda de Miami en la que se encuentra actualmente. Pero antes de volver al trabajo tuvo la oportunidad de visitar también el circuito de Fórmula 1 de Mónaco el domingo 27, carrera en la que ganó el piloto australiano Daniel Ricciardo, de la escudería Red Bull.
La vida de Banderas es un constante viajar, bien sea por motivos de trabajo o de disfrute, como es el caso de este paso por el Mediterráneo. A finales de abril el actor malagueño estaba en Los Ángeles promocionando la serie biográfica de Pablo Picasso, que protagoniza, creada por National Geographic. La siguiente escala fue Londres, donde se encontró con Salma Hayek y otros conocidos rostros latinos. Y tras el crucero que les llevó por la costa francesa hasta Mónaco tocaba poner rumbo a Miami donde el intérprete de La piel que habito organiza la que es, según sus palabras, "la Miami Fashion Week más potente de la historia".
El viernes, Antonio presentaba la importante cita solidaria de las jornadas de moda en la importante ciudad costera de Florida. La Fundación Lágrimas y Favores, que lleva el propio actor, y Nicklaus Children's Hospital Foundation eran los beneficiarios de la noche. Dos días antes, el intérprete había estado conociendo a varios de los niños ingresados en el centro de salud, situado en Miami, y aprendiendo sus nuevos sistemas para facilitar y mejorar la experiencia de los más pequeños. "¡Gracias Antonio por traer sonrisas a nuestros niños y sus familiares!", escribieron desde la cuenta del hospital.
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