Se cumplieron los pronósticos. Salvador Sobral, representante de Portugal, ha sido el gran triunfador de la 62ª edición del Festival de Eurovisión con su Amar pelos dois. Bulgaria, con Kristian Kostov y su Beautiful Mess, ha logrado el segundo puesto, mientras que Moldavia, con Sunstroke Project y su pegadiza canción Hey Mamma, se ha colgado la medalla de bronce. España, representada por Manel Navarro con Do It For Your Lover, ha conseguido cinco puntos, recibidos íntegramente del televoto, quedando en último lugar, un resultado que ya vaticinaban las casas de apuestas.
"Vivimos en un mundo de música muy comercial, de usar y tirar. La música no es algo artificial, es sentimiento, y así hay que entenderla", ha dicho Salvador Sobral sobre el escenario tras conseguir que Portugal se alzará con la victoria por primera vez en su historia. El cantante ha interpretado de nuevo Amar Pelos Dois, está vez junto a su hermana Luisa, compositora del tema.
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El sistema de votación -primero valoran los jueces y después los telespectadores- ha mantenido el suspense hasta el último momento. Aunque no para el primer puesto, siempre encabezado por Portugal, pero si para el segundo y el tercero, que ha recaído finalmente en Bulgaria y Moldavia tras ser acariciado en algunos momentos por Robin Begtsson, representante de Suecia, y Francesco Gabbani, representante de Italia, que han quedado, respectivamente, en el quinto y sexto puesto.
Kristian Kostov, representante de Bulgaria
Sunstroke Project, representantes de Moldavia
Por cierto, maravillosa Nieves Álvarez dando las votaciones de España en Eurovisión, un reto que afrontaba con "muchísima ilusión", según declaró recientemente.
El arranque de la gala, que por primera vez en su historia ha estado conducida por tres hombres, Oleksandr Skichko, Timur Miroshnychenko y Volodymyr Ostapchuk, ya auguraba la gran fiesta que iba a vivir Ucrania. Imri Ziv, representante de Israel, ha dado el pistoletazo de salida a las actuaciones de los 26 países participantes, que han llegado a su fin con la cantante francesa Alma y su tema Requiem.
Francesco Gabbani, representante de Italia
El Centro Internacional de Exposiciones de Kiev se ha venido abajo con uno de los grandes favoritos de la noche, Francesco Gabbani. El representante de Italia ha puesto todo de su parte para conquistar Europa con Occidentali’s Karma, la canción que más suena en su país y que ha ganado el Festival de San Remo. Sin embargo, se ha tenido que conformar con un sexto puesto y ver cómo se alzaba con la victoria su rival más fuerte, Salvador Sobral, que ha emocionado al público con un precioso tema compuesto por su hermana.
Salvador Sobral, ganador de Eurovisión 2017
Los espectadores también han vibrado con Bélgica, que ha quedado en cuarto lugar, y Suecia, pero han sido los representantes de Moldavia los que más les han hecho bailar. Ucrania, país anfitrión, no ha revalidado la victoria de Jamala, su antecesora, que se acaba de casar, ni colarse en el top ten de la clasificación.
Blanche, representante de Bélgica
Robin Begtsson, representante de Suecia
Manel Navarro, que ha actuado en el puesto número 16, ha salido al escenario con muchas ganas, tras capear los nervios minutos antes a ritmo de Despacito de Luis Fonsi (puedes verlo aquí). Con una puesta en escena muy surfera, el de Sabadell, de 21 años, ha intentado contagiar su 'buen rollo' al público, pero la respuesta de las once mil personas que abarrotaban el Centro Internacional de Exposiciones de Kiev no ha sido la esperada. Como tampoco lo ha sido el resultado de la votación. Tan solo ha logrado cinco puntos, no superando así el puesto conseguido el año pasado por Barei y su Say Yay! (quedó en el puesto 22 de 26).
"¡Gracias a todos! Estar sobre ese escenario ha sido la mejor experiencia de mi vida", ha escrito Manel en Twitter tras su actuación. "Aunque se haya colado un invitado no deseado...", ha añadido, haciendo alusión al momento más comentado de su actuación, el 'gallo' del final, que se ha convertido rápidamente en carne de 'memes'.
Manel ha sido un gran luchador sobre el escenario del Centro Internacional de Exposiciones de Kiev, peleando para conseguir el mejor puesto para España, pero no lo tenía fácil, pues este año la competencia era muy fuerte.
