Espontánea, muy divertida y ataviada con unas botas de ‘cowgirl’ de lo más atrevidas, la Baronesa Thyssen se metió en la piel de una estrella del country, durante la inauguración de una exposición en el museo que lleva su nombre en Málaga, y demostró que no se le nada mal.
Mientras el grupo Guns and Butter tocaba, la Baronesa se animó con parte del equipo del Museo Carmen Thyssen a seguir los pasos que marcaba esta banda de músicos, especializada en los ritmos surgidos en los años veinte en la zonas rurales del sur de Estados Unidos.
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En esta velada -en la que no faltaron los sombreros de cowboy ni los tradionales tocados de plumas de los Nativos Americanos- se celebraba la llegada a la ciudad andaluza de la exposición itinerante, La ilusión del Lejano Oeste. Una muestra que permite seguir los pasos de los artistas que en el siglo XIX abrieron el camino al Oeste estadounidense para representar sus paisajes y las formas de vida de sus pobladores.
En otra inauguración, en la de Renoir: Intimidad que tuvo lugar a principios de este mes en el Museo Thyssen de Madrid, la Baronesa adelantó alguno de sus planes para los próximos meses y de la nueva vida de su hijo Borja Thyssen, y su familia, en Londres, afirmando que esta mudanza había sido algo “bueno para los niños”. Eso sí, descargó seguir los pasos de Borja hasta la capital británica ya que ella es "muy feliz" en Andorra. “Nos veremos en Navidades”, comentó.
