El rey Juan Carlos se ha convertido este año en un asiduo a la Feria de San Isidro y este jueves volvía por segundo día consecutivo a la madrileña plaza de Las Ventas, donde los protagonistas sobre el ruedo fueron los toreros Diego Urdiales, Sebastián Castella y Alejandro Talavante, con una ganadería de Núñez del Cuvillo.
Don Juan Carlos ocupó una butaca del balconcillo situado sobre la puerta de toriles, el mismo asiento desde donde el miércoles presidió de manera honorífica la Corrida de la Prensa. El Rey emérito estuvo acompañado por su hija mayor, la infanta Elena, que tampoco perdió detalle del espectáculo. Padre e hija se mostraron cómplices y sonrientes durante todo el festejo.
Tras dos tardes seguidas en Las Ventas, se espera que don Juan Carlos acuda también este viernes a presenciar el festejo en el que están anunciados Juan José Padilla, José María Manzanares y Miguel Ángel Perera, con reses de El Pilar y Moisés Fraile. El padre de Felipe VI no acudía a una plaza de toros desde 2014, cuando presidió en Madrid la corrida de Beneficencia un día después de su abdicación.
Una plaza muy concurrida
El decimocuarto festejo de la Feria de San Isidro contó con numerosos rostros conocidos. Llamó especialmente la atención la presencia de José Ortega Cano el mismo día en que abandonó la prisión de Zuera, en Zaragoza, y que estuvo acompañado en la plaza por su novia, Ana María Aldón, y sus tres hijos: José Fernando, Gloria Camila (que se sentaron juntos) y el pequeño José María en brazos de su madre.
En Las Ventas también se dejaron ver Sergio Ramos, Nuria González, Curro Romero y Carmen Tello, Carmen Posadas, Luis Miguel Rodríguez y Miguel Palomo Danko.
