LA HORA DE LA FIESTA
Dejando a un lado los monumentos, las calles de Lugo brindan distintas posibilidades. Para las compras, lo mejor es el entorno de la plaza da Soidade, las rúas Armanyá y Doutor Castro o, mejor todavía, el eje que forman las rúas San Pedro, Progreso y Raíña. Y para los que directamente pasen al mundo de las tapas y los vinos, no tienen más que situarse en la plaza do Campo o de la rúa Nova, centro estratégico de la zona de tapeo, con toda una larga serie de locales, como Ave César (Nova, 10), donde probar sus patatas en un local que evoca a Lucus Augusti; 101 Vinos (Miño, 6), para tomar lacón y pulpo; o La Fábrica (Nova, 15), especializada en guisos de la tierra: caldo gallego, merluza, mejillones...
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Entre paseo, compras y paradas para comer, habrá que reservarse fuerzas para vivir San Froilán, las fiestas que Lugo celebra desde 1754 y están declaradas de interés turístico nacional. Desfiles de cabezudos, charangas, mercadillos y fuegos artificiales llenan de alegría y animación las plazas de la zona antigua, especialmente dos dos días: el 5 de octubre, cuando tienen lugar los actos en honor al patrón –el amigo de los lobos–, y el domingo siguiente, conocido como O Domingo das Mozas, dedicado a la exaltación del traje tradicional y el folclore gallego.