LOS CABALLOS Y BISONTES PREHISTÓRICOS DE RIBADESELLA
Mucho arte tiene esta villa asturiana, pero no de ahora, ¡desde la antigüedad! Para admirarlo hay que adentrarse en la Cueva de Tito Bustillo (centrotitobustillo.com), donde los hombres del Magdaleniense, hace 20.000 años, dejaron para la posteridad pinturas murales en las que, entre signos misteriosos, se ven bóvidos, caballos, bisontes, renos y cérvidos. El conjunto es una de las mejores muestras del arte rupestre paleolítico, en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Además de esta cavidad, muy próxima, también se puede hacer una visita a la Cuevona de Ardines, una inmensa cúpula geológica donde el techo de su sala principal alcanza los 40 metros de altura, hoy perforado por un boquete natural.
Pero Ribadesella es una bonita localidad costera con muchos otros alicintes, desde su encantador puerto, a sus palacetes indianos, sus playas, el río que cada mes de agosto se convierte en centro de atención durante el descenso del río Sella, sidrerías, huellas de dinosaurio... Más que para una parada en el Camino, para quedarse unos días.