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ASOMARSE A LOS MIRADORES DE JÁVEA
El litoral alicantino a la altura de la costa de Jávea está entre los más bellos del Mediterráneo. La imponente silueta del macizo del Montgó se abre paso en la bahía. Desde su base y hasta el cabo de la Nao se sitúan 15 miradores en lugares estratégicos, a los que se puede llegar en coche y que cuentan con carteles explicativos. Seguir la ruta que trazan estos balcones frente al mar permite disfrutar de uno de los paisajes de la Marina Alta levantina.
Al primero de ellos, el de Els Molins, se llega tomando la carretera que une Jávea con Denia en un recorrido que asciende lleno de curvas entre la ladera del Montgó y el mar. Para el de cabo Sant Antoni hay que tomar la carretera que lleva al cabo y donde termina, a 150 metros de altura sobre el nivel del mar, se disfruta de unas vistas espectaculares de los acantilados. Entre los más bellos el mirador del Portixol, identificable por la cruz que hay a su izquierda, al borde de la carretera. La vista desde aquí merece la pena, aguas limpias, transparentes y una pinada que desciende casi hasta el mar. Y magnífico el de cabo de la Nao, el extremo más oriental de la Península Ibérica. En el mirador situado en lo alto del acantilado las vistas son sublimes, como todo este tramo de la costa.
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CONOCER LA CALA DE LA GRANADELLA
Situada a un kilómetro del cabo de La Nao, la playa de La Granadella es una ensenada pequeña que custodia la desembocadura de dos barrancos densamente poblados de pinos de Alepo. Los que deseen internarse en su mínimo oleaje encontrarán aguas transparentes, de un intenso azul turquesa, y una playa de guijarros muy a tono con los arriscados contornos. Unos metros mar adentro, guarda un lecho arenoso, que cubre apenas se pone el pie en esta piscina natural. Entre coscojas y brezos, un sendero asciende hasta las ruinas del castillo de La Granadella, con una panorámica extraordinaria.
Gracias al microclima esta es una de las playas mejor aireadas de los alrefedores, con lo que en verano es más fresca que sus vecinas. Muchas embarcaciones de recreo frecuentan sus aguas gracias a su escaso oleaje y los submarinistas buscan aquí cuevas en las que hacer incursiones. Jávea es uno de los destinos de buceo más importantes del Mediterráneo.
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RECORRER SU CASCO ANTIGUO
Conserva todo el encanto de su trazado medieval. La rica herencia histórica de todas las culturas que han pasado a lo largo de los siglos por Jávea se traduce en el valioso patrimonio que guarda su bien conservado centro histórico. Entre el conjunto de lugares que no hay que perderse están la iglesia-fortaleza de Sant Bertomeu, el museo arqueológico y etnográfico, el Riurau de los Arnauda, el barrio marinero del Puerto con las antiguas casas de pescadores y su iglesia de arquitectura singular. Para disfrutar de todo ello, lo mejor es apuntarse a una de sus rutas guiadas temáticas y/o teatralizadas, que descubren su pasado medieval, su gastronomía, su crónica negra y otros de sus episodios de la mano de los personajes más significativos de su historia.
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KAYAK, VELERO, MOTO NÁUTICA...
El litoral de Jávea da para practicar todo tipo de actividades. Primero en el mar: excursiones marítimas en kayak, en velero, en moto acuática…, pero también las que llevan a descubrir islas, islotes y cuevas solo accesibles por mar, como la Isla del Portixol y la Isla del Descobridor, la Cova Tallada, que destacan por su espectacularidad y sus aguas transparentes, ideales para la práctica del buceo o del snorkel. Y, además, escalada o rutas para hacer a pie o en bicicleta de montaña, como la subida al Montgó.
Puedes alquilar un kayak con empresas como Kayak Jávea (kayakjavea.com) o Itours Adventura (itoursadventure.com/es/), y los que prefieren la bici Xabia's Bike (xabiasbike.com) las alquila.
DISFRUTAR DE LA GASTRONOMÍA
Indudablemente no puede haber escapada a Jávea que no pase por disfrutar de los platos mediterráneos. Lo mejor para empezar sería pasarse por el Mercado Municipal para ver los ingredientes típicos de la cocina local. Después, para degustarlos, se puede elegir entre sentarse en el casco histórico, en una terracita o en un restaurante frente al mar. Los chiringuitos son lugares con buen amiente a todas horas del día.
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The Beach House Javea (thebeachhousejavea.com/es/) tiene una terraza encantadora junto al puerto desde donde contemplar la bahía y disfrutar bajo su filosofía slow life. Buena mesa la de Embruix (embruix.es), una antigua casa de pueblo convertida en un acogedor restaurante donde se fusiona la cocina tradicional con toques de vanguardia. Pescados, carnes a la brasa o deliciosas tapas. Las paellas y platos valencianos de La Fontana (restaurantelafontana.es) son otras buenas elecciones. En La Perla de Jávea (laperladejavea.com) se tiene unas bonitas vistas de la playa del Arenal en un restaurante que sirve desde jace más de 30 años una excelente cocina mediterránea. Solo sus excelentes arroces secos y melosos ya justifican la visita.
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