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Charlene de Mónaco está totalmente integrada en la vida pública. Un regreso muy esperado después de más de un año retirada para tratar sus problemas de salud. A pesar de su notoria ausencia en el emblemático Baile de la Rosa, en las últimas semanas, la Princesa se ha vuelto la fiel compañera de su marido Alberto en todos los actos oficiales donde han demostrado su buena sintonía y unión. Luciendo de lo más radiante Charlene ha seguido fiel a su estilo: sobrio y sencillo, apostando por un mono de color azul marino, conjuntandose así con la chaqueta de su esposo, en el que ha destacado la zona del pecho, adornada por un largo volante que aportaba volumen y un toque singular al modelo. Una elección minimalista perfecta para un evento de tarde. De la misma manera, ha querido complementar su look con un llamativo colgante de brillantes en forma de espiral.
En esta ocasión, la agenda incluía una recepción en los jardines del palacio en los que la pareja real ha recibido a algunos miembros de la prestigiosa firma joyera Maison Van Cleef & Arpels, una marca con solera y prestigio en el principado pues era la favorita de Grace Kelly, a los que han agasajado con un pequeño cóctel. El motivo principal de esta reunión también tiene mucho que ver con la estrella de Hollywood, puesto que han descubierto algunas de las nuevas piezas que formarán parte de la colección Alhambra, inspirada en la elegancia distintiva de la mujer de Rainiero, cuyos beneficios están destinados principalmente a apoyar a la fundación benéfica Princesa-Grace EE.UU.
Charlene de Mónaco y Grace Kelly, unidas por una enfermedad de la que no se habla en palacio
Un proyecto con el que a buen seguro se siente muy representada, debido a que la exnadadora olímpica tiene muy desarrollado su lado más artístico. Recientemente, ha creado un repertorio de arte de lo más innovador y particular, ya que sus obras no son fungibles, es decir, tan solo se encuentran disponibles en un formato digital, una tendencia al alza que es popularmente conocida por sus siglas en inglés, NFT. Estos cuadros también tienen un fin solidario, porque con lo que se recaude con sus ventas se pretende ayudar a los niños con escasos recursos de Sudáfrica, su tierra natal. Pequeños gestos que la llenan de ilusión y que son la muestra visible de su recuperación.
Igualmente, en su vuelta a la vida de palacio, ha demostrado el magnífico hogar que ha formado con el príncipe Alberto. Recientemente, la pareja ha cumplido 11 años de matrimonio. Una década juntos en la que no todo ha sido sencillo, puesto que han tenido que superar la distancia, marcada por la enfermedad de Charlene, además de numerosos rumores de ruptura desde prácticamente el día que pasaron por el altar. Unas conjeturas a las que siempre han hecho oídos sordos y han desmentido con sus gestos cómplices y cariñosos ante el público. Precisamente, el hermano de Carolina de Mónaco y sus dos mellizos, Jaques y Gabriella (7), han sido un apoyo fundamental para la mejoría de la Princesa, que ha encontrado en la familia uno de sus principales pilares de apoyo.
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